Un satélite de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) de unas seis toneladas se precipitará sin control sobre la Tierra la próxima semana.
La NASA aseguró que la mayor parte de la nave se desintegrará durante su entrada en la atmósfera -prevista para el 23 de septiembre- aunque existe un pequeño riesgo (1 entre 3.200) de que algunas piezas impacten contra la superficie de la Tierra.
De momento, se desconoce el lugar exacto donde caerá el Satélite de Investigación de la Alta Atmósfera (UARS, por sus siglas en inglés), que fue lanzado en 1991 desde el trasbordador Discovery y que terminó su vida útil en 2005.
La única precisión que se conoce hasta el momento sobre su punto de impacto es que éste se encontrará entre el paralelo 47 norte (Michigan, Quebec, norte de Italia) y el paralelo 47 sur (sur de la Patagonia y Nueva Zelanda).
Según explica el periodista de la BBC Marcus Goerge, la incertidumbre sobre el lugar del impacto se debe a la alta velocidad a la que viaja el satélite (8 km/seg).
Cualquier componente que sobreviva la entrada a nuestra atmósfera caerá en una zona entre 57 grados latitud norte y 57 grados latitud sur del Ecuador. Los restos del UARS podrían esparcirse a lo largo de unos 500 kilómetros.
Riesgo pequeño
La NASA asegura que el riesgo para la población y las propiedades es “extremadamente pequeño” y recuerda que desde el comienzo de la era espacial, hace más de medio siglo, no se ha constatado ningún caso de daños personales causados por objetos espaciales.
La agencia recordó que si alguien encuentra piezas del satélite no tiene derecho a guardarlas o venderlas, ya que siguen siendo propiedad del gobierno de EE.UU.
El UARS es mucho más pequeño que el Skylab, el primer laboratorio orbital, de 100 toneladas de peso, que cayó en 1979 en el Océano Indico y en partes poco pobladas del occidente de Australia sin causar daños.
En 1958, el satélite Sputnik 2 entró en nuestra atmósfera cubriendo la distancia entre Nueva York y el Amazonas en 10 minutos, y dejando una estela de luz que fue vista por miles de personas.