martes, 17 de enero de 2012

ORLANDO DICE! Las cuentas pendientes de Hipólito Mejía y Miguel Vargas ante la reunión del miércoles


ORLANDO DICE…
Las cuentas pendientes de Hipólito Mejía y Miguel Vargas

Orlando Gil
orlandogil@codetel.net.do/tomado de Listin Diario

LAS CUENTAS.- Las cuentas pendientes entre Hipólito Mejía y Miguel Vargas son muchas, de ellos dos solamente. E incluso las políticas no pueden ser tocadas en la actual circunstancia electoral.

Tiempo habrá para ese necesario destape, pues la lucha será larga, y apenas comienza, y no hay dudas de que si el PRD aspira a un largo predominio político, tiene que dilucidar los aspectos oscuros de su historia. La de ahora, la de antes. Por el momento importan los aspectos personales del conflicto. No puede darse de nuevo el caso de que se hagan una foto en familia, como la del acto de proclamación, y se les note en la cara el rencor. Hay gente que no aprendió a disimular, que no tomó clases de actuación y deja que el rostro sea el espejo del alma. Tampoco basta con que se les vea sonriente si al llegar a la casa se despiertan de nuevo todos los demonios. El documento de la semana pasada fue oportuno, pues ñcomo dice el puebloñ lo que va viene. Pero no suficiente. Mejía y Vargas tienen que desahogarse, pero ellos dos solos. Sin que nadie los convoque, sin alcahuetes de por medio. Lo peor del problema son los terceros…

LAS CHINITAS.- ¿Cómo es que si fueron compañeros de partido por tantos años, e incluso subalternos durante cuatro años de gobierno, ahora no saben dónde vive el otro, o borraron sus números de teléfono? Hipólito Mejía y Miguel Vargas deben dejar de estarse tirando chinitas, pues las agrias no se pagan. Si ambos hablan de la historia, que esta haga su parte, y no seguir asustándose con fantasmas o amenazándose con cuchillos de palo. Por ejemplo, Vargas pregunta “¿cómo juzgará (la historia, claro está) la conducta de los dirigentes perredeístas que impidieron en el 2008 que nuestro partido concretara una alianza con el Partido Reformista Social Cristiano para desalojar del poder al Partido de la Liberación DominicanaÖ?” Vargas se refiere al acercamiento que tuvo en ese entonces con Amable Aristy Castro, que era el candidato del PRSC, y la posibilidad de un acuerdo que le había garantizado Víctor Gómez Casanova, a la sazón secretario general. Era una picada de ojo rara, pero las apuestas de los tuertos nunca son derechas…

AL REVÉS.- Lo que se cuenta ahora es que Miguel Vargas puso a Hipólito Mejía al tanto de lo que había tratado con Amable Aristy Castro, y le pidió que como tenía influencias en el sector reformista ayudara a que esa alianza se diera. Mejía habría hecho todo lo contrario. Se reunió con Aristy Castro, puso sobre la mesa una serie de encuestas suyas (de Mejía) y lo convenció de que el panorama le era electoralmente favorable. Que mientras Vargas bajaba, él (Aristy Castro) subía. De manera que al final Vargas se vería obligado a respaldarlo en una segunda vuelta. La verdad que entonces se reprodujo, aunque sin decirse, el entendimiento que en una ocasión anterior había logrado Hatuey Decamps con Joaquín Balaguer. El llamado Acuerdo del Desacuerdo. Cada cual por su lado ñreformistas y perredeístasñ y después, en la segunda vuelta, hablaban. Mejía, según estas revelaciones, le hizo la puñeta a Vargas, que se quedó como Perico en la estacada, o tal vez en una situación peor, haciendo el ridículo, pues confiarse en la jugada de un novato no fue inteligente…

LA MANERA.- Miguel Vargas o sus seguidores cuentan la historia a su manera, pues al margen de que se produjera o no ese trato, o de que con la ayuda de Hipólito Mejía pudo haberse consolidado, se tiene la impresión de que el entonces candidato del PRD se confió demasiado, y que finalmente pudo haber sido víctima de estrategias yuxtapuestas. A Víctor Gómez Casanova se le atribuyen habilidades políticas, y los logros alcanzados hasta ahora son la mejor confirmación. Pero no podía esperarse que el muchacho de entonces tuviera tanto agarre para poner la candidatura de un zorro como Aristy Castro al servicio de Vargas. Además, esta versión del Hipólito Mejía malo resulta floja cuando se recuerda que después de las elecciones del 2008, ganadas por Leonel Fernández, una comisión del Partido Reformista Social Cristiano visitó el Palacio Nacional y se reunió con el jefe de Estado. Hay quienes aseguran haber oído a Aristy Castro decir: “Presidente, le cumplí”, y el mandatario regocijado responder: “Como no, como no”. Es decir, que hubo más de una travesura de foto-finish…