Tomado de Infobae.com
John Howell y el joven Benjamin demuestran el resultado de un experimento sencillo y barato que permite disimular la presencia de una persona.
Howell es un profesor de la Universidad de Rochester, en Nueva York, y ha diseñado un sistema que vuelve invisible a una persona en un sector determinado, para todo el espectro óptico.
La palabra 'cloaking' ('encubrir') define en inglés los experimentos en los que los científicos ocultan un objeto a ciertas frecuencias. Diferentes tipos de cloaking se pueden encontrar en muchos laboratorios del mundo en los últimos tiempos, pero el que Howell y su hijo construyeron tiene algunas características que lo hacen único. Y una de ellas es el costo.
Utilizaron tres dispositivos diferentes para demostrar que es posible fabricar un aparato que mantenga visualmente invisible a una persona u objeto, del tamaño que sea, observándolo desde una posición determinada.
En el PDF adjunto a esta nota se puede encontrar el detalle de la construcción que realizaron Howell y Benjamin, donde también se detallan las fortalezas y limitaciones del experimento. Los elementos utilizados para el primer dispositivo son flexiglass (plexiglás), y algunos recipientes en forma de L llenos de agua. Luego gastaron 12 dólares en cuatro lentes que sirven para camuflar, y por último consiguieron espejos baratos.
En el video, se puede apreciar qué tan bien funciona el sistema. Allí aparecen Benjamin y su hermano Isaac, a quienes se ve aparecer y desaparecer mágicamente. Los inventores aseguran que el presupuesto fue de apenas 150 dólares, pero además subrayan que el sistema se puede reproducir a gran escala.
La mayor limitación es ser unidireccional: funciona solamente para quienes estén parados en determinado punto. Sin embargo, su eficacia y bajo costo hace que varios evalúen aplicaciones para esta creación.