Un presidente de acción para un Estado burocrático
Por Mayobanex De Jesús Laurens
Las quejas sobre las paralizaciones de obras a nivel nacional se han comenzado a reflejar, ante el sonado caso de Arenoso y el llamado del presidente a un ingeniero que tiene asignada la construcción de una escuela cuya obra estaba paralizada.
De repente se da a conocer la gran cantidad de esas obras que fueron licitadas y entregadas por concursos a nivel nacional, pero que actualmente están paralizadas por distintas causas. Se alega falta de terrenos, terrenos en conflictos legales, no cumplimiento con requisitos para los suplidores, asuntos pendientes con la DGII, dilación en la aprobación de los recursos de las cubicaciones, entre otras causas.
Es un Estado tecnócrata, con demasiada burocracia para un presidente de acción, que a diario está gestionando soluciones para un país con una deuda social acumulada inmensa.
La única forma de que el presidente Danilo Medina pudiera salir airoso con la agilización de las obras y proyectos que está ordenando ejecutar es disponiendo por decreto procesos de emergencias o urgencias para agilización de los trámites burocráticos de autorizaciones en las distintas dependencias de controles del Estado.
Otra forma de agilizar los procesos es sometiendo al Congreso modificaciones sustanciales a la Ley de Compras, a la DGII, a los organismos de control del Estado, entre otras disposiciones.
Por más dinámico, eficiente, gestor y hombre de acción que sea nuestro presidente Danilo Medina, estará atrapado por la tecnocracia de un aparato burocrático con miles de trabas para poder agilizar las autorizaciones que se requieren para las construcciones de obras y compras del gobierno.