Las autoridades asiáticas han impuesto una caja registradora que emite un boleto de lotería junto a las facturas
bitacoras.com
Uno de los grandes problemas de la economía española es su elevada tasa de actividad sumergida, que la mayoría de los expertos sitúan por encima del 20 por ciento del PIB. Este tipo de fraude es también muy importante en China, donde alcanza cotas de más del 30 por ciento en el sector servicios.
En un país donde la práctica totalidad de las compras se realizan en efectivo,
ese nivel de fraude preocupaba mucho a las autoridades, por lo que
decidieron tomar cartas en el asunto. La solución inicial para este
problema, que hemos conocido en la bitácora «Gurusblog», consistió en implantar una caja registradora de uso obligatorio cuyos registros no pudiesen ser alterados. Así, cotejando las declaraciones de impuestos con los datos del terminal, los inspectores del gobierno podrían controlar todas las actividades del comercio.
Muy pronto los defraudadores descubrieron que bastaba con no contabilizar
todas las operaciones en esas cajas registradoras para poder seguir
manteniendo su contabilidad B sin ningún tipo de problemas, ya que la
única forma de obligarlos a usarla era que los clientes les exigieran el
recibo.
Para conseguir que los clientes pidiesen sus tickets de compra y lograr así que estas quedasen registradas
las autoridades chinas dieron con una ingeniosa solución: convertir
cada recibo expedido por una máquina registradora en un billete de lotería, que puede hacer que su afortunado poseedor gane hasta 5.000 yuanes (unos 620 euros).
De momento, el sistema se está aplicando de forma experimental y ya resulta ser todo un éxito. A cambio de unos 30 millones en premios, el Gobierno ha incrementado su recaudación en cerca de 900 millones
de yuanes. Quizá imitar esta línea de soluciones imaginativas, en lugar
de limitarse a seguir una política recaudadora basada en el castigo de
los defraudadores podría ser una buena manera de acabar con el enorme
volumen de economía sumergida que también sufre España.