Decía ese gran pacificador y luchador por los derechos civiles en los Estados Unidos de Norteamérica, Martin Luther King en unos de sus discursos. “Si habré ayudado a alguien a tener aunque sea sólo esperanza, no habré vivido en vano”.
En nuestro país existen muchas instituciones sin fines de lucros que realizan una labor en beneficio de aquellos que no tienen nada, especialmente en las zonas más pobres de nuestra de nuestra patria.
La gran labor que ha venido el Dr. Víctor Manuel Terrero, al frente del Consejo Nacional para el VIH-SIDA (CONAVISHIDA), es de gran importancia, de mucho valor, pero sobre todo, de gran sensibilidad humana, tanto para aquellas personas que viven en condiciones especiales, así como para sus familiares, ya que antes, las personas infectadas con este virus, no tenía como adquirir los medicamentos, no eran asistidas psicológicamente, y las mismas sufrían en carne propia el rechazo, el afecto de sus familiares y de una sociedad llena de prejuicios.
El trabajo de prevención, concientización y ayuda, por parte de este organismo, ha venido ha salvaguardar los derechos de estas personas, ya que ahora muchas de estas, eran excluidas del mercado laboral, el estigma, o sea la actitud de desprecio por parte de los familiares, el entorno y la sociedad en sentido general, contribuían a acelerar la enfermedad, provocándole la muerte a destiempo.
El Consejo Nacional para el VIH-SIDA (CONAVISHIDA), ha humanizado, el trato a estos pacientes especiales, ha devuelto no solamente la salud, sino su dignidad como seres humanos, con derechos como los demás.
El Dr. Víctor Terrero, en el poco tiempo que lleva al frente del Consejo Nacional para el VIH-SIDA (CONAVISHIDA), ha desarrollado una serie de charlas, las orientaciones, talleres, acuerdo interinstitucionales a todo lo largo y ancho del territorio nacional, lo que debe ser ponderado y valorado por la sociedad dominicana.
¿Cuántas personas ha vuelto ha sonreír?, ¿cuantas familias hoy son felices?, la sociedad dominicana está más concientizada, gracia a la gran labor de difusión, orientación y capacitación que ha desarrollado esta institución.
El Dr. Víctor Terrero, ha demostrado, que sí se puede vivir con el virus del VIHA, que la familia, el entorno familiar, la sociedad, juegan un papel preponderante en estas personas que viven en condiciones especiales. ¡Si se puede!
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