martes, 24 de septiembre de 2013

BIENVENIDO HEREDIA! Medio Centenar de Asesinatos y un Teniente Coronel, artículo de opinión

Bienvenido Heredia

"SANTO DOMINGO.- Juan Félix Cordero Febles (Copelin), encontrado muerto la mañana del miércoles en un cañaveral de Yaguate, San Cristóbal, junto a los cadáveres de un sargento policial y un camionero, habría asesinado a más de 50 personas por deudas de narcotráfico, según la Policía." Al Momento.net.


Cómo en cualquier película que retrata las actividades criminales del viejo mundo. A eso parece referirse lid (lead) del periódico en cuestión. Nadie imagina que eso responde a la realidad cruda que, según los reportes que vemos a diario, ocurre en cualquier lugar de la República Dominicana.

Es cierto que el ser humano tiene una capacidad de soporte que raya con el límite de cualquier otra capacidad, incluyendo la capacidad de los animales racionales. Es tanto así, que se habla de la curva del sufrimiento y del dolor. Es decir, existe un techo para soportar dolor. A partir de ese techo, ya no hay dolor que el ser humano no pueda soportar, cualquier otro síntoma expresado en dolor, será menor que el dolor que ha llegado a la curva.

Al parecer eso está sucediendo, o ha sucedido hace tiempo, con la capacidad de asombro de los seres humanos que vivimos en la República Dominicana.

Cómo es posible que haya una persona que tenga en su historial delictivo un prontuario de medio ciento de asesinatos y que ese animal siga libre en las calles de Quisqueya haciendo lo que le dé su gana, sin que las autoridades competentes actúen al respecto?

Cómo es posible que lo hayan sometido varias veces por cometer delitos criminales y un juez, y otro juez, y otro juez, lo manden para su casa con medidas cautelares? Es el Código Procesal Penal (anti-víctima) el que le da la libertad?

Cómo es posible que después que lo mata otro socio "traicionado", es que nuestras autoridades policiales dicen que "habría asesinado a más de 50 personas por deudas de narcotráfico"?. Cuándo lo supo la PN? Después de muerto? Vaya, que rápido investigamos los muertos!

Encima de toda esa rapidez para descubrir que el tipo es un genocida, ocurre que donde lo asesinaron fue en una hacienda, nada más y nada menos que de un teniente coronel. Un teniente coronel que además fue un alto funcionario de la Dirección Nacional de Control de Drogas(DNCD).

Ese tipo, igual que algunos sacerdotes y un nuncio católico, estaba llamado a ser ejemplo para nuestra ciudadanía, pero tenía (o tiene) propiedades millonarias, vehículos de lujo, motocicletas de alto cilindraje (motoras), cientos de miles de dólares y euros, resulta que sus superiores, ni ninguna otra autoridad superior de su entorno "sabía nada". Qué chulería!

No saben las autoridades de la DNCD, la PN y el Ministerio Público cuánto ganan sus empleados? Si lo saben, cómo es que no se dan cuenta cuando un sub-oficial u oficial ostenta bienes millonarios sin ser heredero de fortuna alguna?

Estoy consciente que cada día se publican informaciones, comentarios y opiniones sobre casos alarmantes relacionados con el narcotráfico y la complicidad de muchos de los llamados a combatir el crimen organizado. Tembién he observado que no se toman medidas serias para eliminar, tanto el crimen como la complicidad, pero eso no me impide reiterar la propuesta de que se estructure un servicio de inteligencia militar y policial que mantenga la vigilancia sobre los civiles que exhiben riquezas de la noche a la mañana, y que ese servicio sea estrictamente montado en torno a los agentes y personal nombrado para combatir la delincuencia, el crimen común y el crimen organizado, sin importar rango social, político, militar o policial.

Más de 50 asesinatos y un oficial policial involucrado, no es para que el asunto se quede en la simple investigación de ese caso. Ese "descubrimiento" demanda un muy bien estructurado plan de combate contra el deterioro progresivo de la tranquilidad, la paz y el progreso del pueblo dominicano.

O aplicamos los mecanismos legales con eficiencia o permitimos que nuestro país se convierta, definitivamente, en un estado fallido.