Por Servicios de Acento.com.do. /Tomado de Acento.com.do
La organización empresarial
felicitó al mandatario por su postura de no permitir desarrollos mineros
que no garanticen la protección y la sostenibilidad del ambiente.
Foto: Carmen Suárez/Acento.com.do/Protesta de opositores a que Loma Miranda fuera convertida en parque nacional.
SANTO DOMINGO, DN. La Asociación
de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH)
proclamó que el presidente Danilo Medina se apegó a la institucionalidad
y al estado de derecho al observar la ley que convierte en parque
nacional a Loma Miranda.
La organización empresarial
felicitó al mandatario por su postura de no permitir desarrollos mineros
que no garanticen la protección y la sostenibilidad del ambiente y
señaló que esto debería ser una política permanente en el país sin
importar cual sea el gobierno de turno.
“Reiteramos que la isla en la
que vivimos tiene muchas fragilidades en términos ambientales, por lo
cual sólo ha de ser permitida la minería que demuestre capacidad de ser
ambientalmente responsable y con paquetes tecnológicos adecuados”,
subrayó.
Al hablar a nombre de la
entidad, su presidente Víctor Castro sostuvo que las razones expuestas
por el mandatario para observar la legislación están bien justificadas
en buen derecho, desde el punto de vista constitucional y del derecho
internacional.
“Es probable que la
efervescencia y la división que produce este tema nuble algunas razones,
pero cuando se vea en frío la decisión del presidente Danilo Medina, se
comprenderá que la razón está de su lado y que seleccionó lo mejor para
el pueblo dominicano”, expresó.
Asimismo, Castro se adhirió al
llamado hecho por Medina al Congreso Nacional para que diseñe y apruebe
la Ley de Ordenamiento Territorial, que permitirá determinar donde
serían viables los proyectos mineros y donde no.
El presidente de la AEIH dijo
que el mandatario coincide con la postura de la entidad empresarial, en
el sentido de que los temas relacionados con la industria extractiva no
deben abordarse con fundamentalismo ecológico, pero tampoco con
salvajismo capitalista.