Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
LA
BURLA.- Si la oposición se burla de la promesa de Danilo Medina de que
no intentará de nuevo ser candidato, el presidente sale bien librado. Lo
malo hubiera sido que esa burla fuera de los peledeístas, sus
compañeros de partido.
El mandatario habló en un acto cerrado, al que
solo asistieron los delegados, los aliados y los invitados especiales.
El hecho de que se permitiera que la prensa recogiera sus palabras, no
cambia el carácter de la ocasión ni su destinatario en particular. El
verdadero discurso se supone previsto para un acto de proclamación que
el mismo candidato anunció, y que a todas luces será más abierto, menos
formal y dirigido a la nación en su conjunto. Sin embargo, lo primero
debía ser lo primero, y lo primero era apaciguar el ánimo de los
peledeístas que no creen en nobleza, que piensan en la fuerza del poder,
y que aprecian así como se modificó la Constitución en un sentido,
puede hacerse más adelante en el contrario. ¿Por qué se contó con el
ciento por ciento de los miembros del Comité Político y no con todos los
delegados con derecho a participar en la Asamblea?...
NO
TODOS.- La ocasión era de fiesta, de fiesta del partido, que de ese
modo superaba una prueba difícil, y lo lógico, normal, natural era que
la participación fuera de un ciento por ciento. Se puede enfermar uno,
puede tener inconveniente otro, pero faltó más de un 20 %, y ese
porcentaje de ausencia no puede ser casual. Responde a un disgusto que
se rumora, que se comenta, y que ya se hace inocultable. El ciento por
ciento de los peledeístas no está con la reelección de Danilo Medina, ni
con la fórmula de avenencia. A esos compañeros fue que habló el
presidente en el acto del pasado domingo. Los delegados que no
asistieron a la Asamblea ¿ Pertenecen al sector de Medina ? Lo dudo. ¿Al
grupo de Fernández ? Lo creo. Entonces, más que claro que debe
arreglarse la carga antes de que el burro salga a camino. Hablo poco,
solo diez minutos, pero insistió en los puntos claves. No hay dudas de
que el presidente candidato tiene el oído en el corazón del partido, o
por lo menos de los seguidores de Fernández...
EL
ARMA.- La burla de la oposición está muy bien, y más que risa, debió
soltar una carcajada. Ahora, que no se pierda en lo claro. Que atienda
su cartón, pues de tanto mirar el del vecino, podría dejar pasar las
fichas. Que acechando al Danilo Medina del 2020, se le cruce por delante
el Danilo Medina del 2016, y amplíe ventaja. Ese estrabismo político es
muy común, y Juan Bosch lo explicó magistralmente con el ejemplo de los
dos toros que eran uno solo, y que en su huida desesperada el sujeto no
supo diferenciar a tiempo. La promesa del presidente Medina fue un
pleonasmo, dijo lo que no era necesario que dijera, pero que decirlo
reforzaba su situación y hacía su discurso más convincente. La
Constitución del 2015, la suya, será su real impedimento llegada la
ocasión. No tenía porqué dársela de perdonavidas, como si estuviera
entregando por adelantado un arma de reglamento que en el 2020 no
tendrá...
UNA
MISA.- El acto del pasado domingo quedó perfecto, pero poco efectista.
Los miembros del Comité Político llegaron en una misma guagua, pero ese
es un truco viejo, nada de prestidigitación. Incluso, habría que ver
cómo se sentaron, si con espíritu de tribus o reburujados, como en los
tiempos de la fraternidad. Sin olvidar que en grupo hay asociaciones que
responden a otras situaciones. Por ejemplo, hay tres Radhamés: Segura,
Camacho, Jiménez, y tres parejas de hermanos: Lizardo, Pared, Medina, y
seis legisladores, y funcionarios, y los esposos Fernández-Cedeño. Nadie
sabrá cómo lo hicieron, pero cuidaron el aspecto de los aplausos, como
si realmente existiera un equilibrio en los liderazgos. Pero llegaron
juntos, y a tiempo, y esa unidad al parecer satisface a los peledeístas,
que cuando quieren, se complacen con cualquier embullo. Además, no
tuvieron que desviarse en el camino o producirse los consabidos apartes
entre Leonel Fernández y Danilo Medina, para resolver inconvenientes de
último minuto. No obstante, fue misa de muerto y no verbena...