Orlando Gil
@orlandogildice/Tomado de Listin Diario
LA
VENTA.- La oposición anda vendiendo la idea de que al gobierno se le
está cayendo el cielo encima, y que eso explica los deslices de los
últimos días, como reprimir la protesta ante la OISOE o el atentado a
los intereses de la familia Abinader.
La compra al parecer no fue la que
se esperaba, por lo menos hasta ahora, pues el ministro Administrativo
de la Presidencia lleva a mano, a donde quiera que va, un maletín lleno
de encuestas, seis en total, que demuestran lo contrario. El candidato
Danilo Medina no se mueve en la estratosfera como meses atrás, pero se
mantiene sobre el 60%, mientras que su oponente Luis Abinader no llega a
la mitad. Esto es, al 30%. Incluso, más que interesante el dato de que
en la medición que Abinader logra la más alta puntuación, un 26%, es la
propia del gobierno, pues las restantes pertenecen a terceros que
facilitaron copias. Una encuesta puede equivocarse, y dos también, pero
seis, y de orígenes diferentes y realizadas en el mismo período, se hace
cuesta arriba. Abinader, sin embargo, se maneja con porcentajes
distintos, y la semana pasada me confió que Medina bajó a un 47%, y que
esa tendencia se irá acentuando al paso de los días y según se acerque
el día DÖ
LAS
MODALIDADES.- Conviene aclarar que la medición de que me habló Abinader
fue hecha por teléfono, una de las tantas modalidades al uso, en tanto
que en las que muestra José Ramón Peralta se hizo el consiguiente
trabajo de campo. Con preguntas abiertas y cerradas, diciendo nombres o
acogiendo la espontaneidad de los consultados. ¿En quién creer o en cuál
de los métodos confiar? No es fácil apostar a un gallo ajeno, y el
delirio es ánimo común entre los políticos, y mucho más si están en
campaña, o se usan armas tan letales como la descalificación. Noviembre
había dicho que sería clave, y lo hice considerando dos cosas. La
primera, que cada bando habría conformado su boleta. Y la segunda, que
las mediciones independientes darían un posicionamiento más real que las
interesadas. Ni una cosa ni la otra. El PLD no termina y el PRM apenas
empieza. Aunque en ese proceso hay indicios que son más favorables al
oficialismo que a la oposición. No se esperan mayores sorpresas en el
PLD y en el PRM, más que certezas, se originan expectativas...
LO
DEL SÁBADO.- Habrá que esperar a enero, aunque las encuestas cruciales
podrían hacerse en marzo. Sin embargo, conviene tener en cuenta, al
apostarse a enero, que diciembre será un mes del presidente Danilo
Medina y del PLD. El partido estará de aniversario el 15, y antes esa
fecha se celebraba con un desayuno entre los pocos que eran entonces y
un discurso de ocasión, pero ahora, en el poder, la fastuosidad se
impone. Además, ya habrán pasado las elecciones internas, y el contento
podría ser mayor. Pues el sábado 5 se realizará una gran concentración
para proclamar candidatos a Reinaldo Pared y Cristina Lizardo,
senadores, y Roberto Salcedo y Juan de los Santos, alcaldes. El programa
incluye una marcha caravana desde la provincia Santo Domingo, cruzando
la capital, y terminando en el malecón con una fiesta de apaga y
vámonos. Y ese vámonos podría concluir en San Cristóbal, ya que día
siguiente, domingo, será la proclamación de Tommy Galán, la última de
las candidaturas reservadas en ser oficializada...
RESPUESTA.-
El presidente Medina participará en esas actividades como candidato,
aun cuando tiene en su agenda de gobernante una charla ante la matricula
de la Cámara Americana de Comercio, el próximo día 9. La ocasión será
de oro, pues le permitirá hacer un balance de su administración,
comparar lo prometido en campaña con lo hecho en el gobierno. Pero
además, y de manera indirecta, responder al embajador norteamericano
James Brewster, quien la semana pasada, y en ese mismo escenario,
desfiguró a República Dominicana y la presentó como uno de los peores
países del mundo.
Esa
comparecencia tan terrible, pero sobre todo hormonal, no puede quedarse
en lo anecdótico. A Brewster hay que cantársela, pero con estilo, como
en la Escala de Milán, pues hay agravios que no pueden quedarse en el
aire. Y nadie más apropiado que el presidente, puesto que fue él, en su
condición de mandatario, que acreditó al representante de Estados Unidos
de Norteamérica...