NATHANAEL PÉREZ NERÓ/Tomado de Diario Libre
SANTO
DOMINGO. Karl-Anthony Towns confiesa que se sintió el adolescente más
privilegiado del mundo hace tres años cuando pudo entrenar y compartir
equipo con Al Horford, un dos veces All Star para entonces, en el equipo
dominicano que ganó el oro en Centrobasket ‘2012 de Puerto Rico y quedó
a un paso de lograr el boleto Olímpico en el repechaje de Venezuela ese
mismo verano.
Esta
noche, Towns y Horford serán rivales por primera vez como profesionales
cuando los prometedores Timberwolves de Minnesota visiten el Philips
Arena, hogar de uno de los candidatos a la Conferencia del Este, Atlanta
Hawks, (9 PM).
Horford
ha sido el producto de baloncesto más acabado con pasaporte dominicano y
con 29 años puede quedarle más de un ciclo al alto nivel si la salud le
acompaña. Towns, de 19 años, proyecta una carrera sin límites.
En
la breve bibliografía criolla en la NBA (ocho jugadores en 27 años) no
ha habido choques entre figuras con perfiles similares.
Al
día de hoy, a ningún otro baloncestista con ADN quisqueyano se le
atribuye mayor potencial para superar el legado que todavía construye
Horford como a Towns, un gigante (7’0) con el talento para promediar
sobre los 20 puntos y 10 rebotes, que puede lanzar de la media
distancia, con un mundo por mejorar en la parte defensiva.
Los
cinco primeros partidos del nacido en Nueva Jersey de una dominicana no
han hecho más que dar la razón a los montones de artículos y
comentarios que se emitieron sobre su techo. Towns promedia 15.2 puntos,
9.6 rebotes, 3.0 bloqueos en 28 minutos con un PER (una estadística de
última generación que mide el ratio de eficiencia del jugador) de 20.58.
Los
75 puntos, 40 rebotes y 15 tapones en sus primeros cinco partidos solo
lo han hecho en las últimas 30 temporadas dos leyendas: David Robinson y
Shaquille O’Neal.
Horford,
que llegó a la liga como la tercera selección del sorteo de 2007 con
dos coronas de la NCAA en su currículo, anotó 42 puntos, tomó 50 rebotes
y bloqueó seis disparos en sus primeros cinco choques en la NBA, aunque
lo mejor llegó más adelante.
Towns
lleva tres doble-doble (cifras dobles en dos departamentos), mientras
que Alfred necesitó el séptimo juego de su carrera para lograr el
primero.
Los
Hawks han arrancado la campaña cumpliendo con los pronósticos (7-1,
líderes de la Conferencia del Este) ganando sus últimos siete choque con
un Horford clave en ese racha, con uno de sus mejores inicios de
campaña (17 puntos y 8.3 rebotes). El hijo de Tito y Arelis Reynoso, que
ha agregado el triple a su arsenal ofensivo en este curso, ha sido
quinteto en 500 de sus 504 partidos en la liga y lanza para un
impresionante 54% desde el campo.
En
cambio los Wolves van con 3-2, dentro de los mejores ocho en un
“salvaje oeste” que de momento no ha configurado las ubicaciones como se
proyectan. Con Towns y Andrew Wiggins (Novato del Año del curso pasado)
Minnesota es un equipo que juega hoy pensando en competir mañana.
Una
victoria en la prórroga sobre Chicago el sábado (con 14 tantos y 12
atrapadas de Towns) levantó los ánimos en la ciudad gemela.
“Felicidades
@karltowns me siento muy orgulloso de ti en verte crecer y
desarrollarte como jugador. Ahora empieza lo bueno! #NBA #NBAdraft”, le
escribió Horford a Towns el 26 de junio cuando fue seleccionado como
primer pick en el sorteo aficionado.
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