Hipólito
Mejía estuvo de visita ayer por La Nueva Barquita, algo inusual en un
expresidente contrario a la autoridad que ejecuta la obra. Dijo que
hacía más de un año que quería ver el proyecto, y la obra le pareció
magnífica, profesional y humana. A su llegada se encontró con un grupo
de mujeres beneficiadas que hacían un “tour”. Al verlas, y en sus
acostumbradas bromas, preguntó: ¿y qué hacen estas pijoteras por aquí?
Las besó a todas, y al llegar donde una dama que tenía un brazo en
cabrestillo, le dijo: “¿Eso fue tu marío que te lo rompió?”.