Tomado de DiarioLibre
En
cada campaña política se escucha el mismo grito: “Los candidatos del
Gobierno usan los recursos del Estado”, lo cual generalmente es cierto,
pero resulta que ahora muchos disfrutan de esos recursos, y nadie los
critica.
No
hay dudas de que los presidentes los han usado, y los usan, pero
también los ayuntamientos en manos de partidos opositores y los
legisladores de todos los signos, y nadie habla de eso.
En
verdad, es una cuestión de calidad, y no de cantidad. Balaguer perdió
en 1978 usando los recursos económicos y militares, tantos que hasta
varió el resultado post elecciones; Hipólito no pudo evitar su derrota
en el 2004, y Leonel no pudo repostularse en el 2012, a pesar de tener
control de casi todo.
Por
tanto, el problema no es de cantidad de recursos, sino de calidad. En
las condiciones actuales en que operan los partidos, sería más efectivo
lograr campañas más cortas --tres meses y medio de campaña es una
barbaridad-- y controlar todo el dinero mal habido que participa en
política, que la cantaleta sobre el uso de recursos del Estado.