lunes, 15 de febrero de 2016

ORLANDO DICE... La regulación de la campaña

orlando gil
Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do/@orlandogildice
REACCIÓN IMPREVISTA.- En la guerra se presentan imprevistos y el soldado debe estar preparado para las contingencias. Por ejemplo, a veces cae hacia adelante, e incluso llega a tierra, y puede ser a causa de un tropiezo, o al peso de los equipos de combate, pero también a un acto reflejo de supervivencia. ¿En cuál de estas posibilidades cabe la reacción del presidente candidato Danilo Medina a las denuncias de sus oponentes sobre el uso de fondos públicos en la campaña? ¿Se cayó o se tiró? 


Dijo que no los necesita y que la Junta Central Electoral puede hacer en su caso lo que considere apropiado. Esto es, le dio carta blanca. Incluso, para que sea más hecho que palabra, instruyó a su ministro de la Presidencia para que tome las medidas de lugar. La circular como una flecha ya está en el aire, y habrá que ver ahora cuál de sus subordinados paga las habas de su inconducta electoral. No obstante, ¿por qué responde el jefe de Estado tan rápidamente este cuestionamiento y no espera que el organismo encargado de las elecciones haga el consabido emplazamiento? Nada huele tan mal en Dinamarca para que haya que taparse las narices o recoger todo el pescado. Los hechos son los hechos, pero no más tozudos que en ocasiones anteriores...
ESTRATEGIA PROPIA.- La impresión es de que más que sentirse contra la pared, acosado como una bestia herida, el Presidente candidato asume el ataque de sus oponentes y lo usa como estrategia a su favor. A mí que me revisen, parece decir. Entonces, antes que el fiscal dé la orden de arresto o la policía vaya a buscarlo, se entrega. El gesto lo enaltece, sin duda, pero de seguro que su confianza no se sustenta en la nada. Lo que se ve y lo que no se ve. Lo que se ve es que el presidente de la Junta Central Electoral se reunió con el Presidente de la República, y aunque el primero declaró que fue a gestionar el dinero de los partidos, los leones apostados en el frente del Palacio Nacional mueven la cabeza y rugen, sin que quede claro si dicen que no o solo imitan al de la Metro. El pleno del organismo está supuesto a reunirse esta semana, y entre los temas en agenda está la regulación de la campaña. Aprobar un reglamento es una cosa y tomar medidas cautelares es otra. ¿Cuál será la determinación final, puesto que después de lo dicho por el presidente Medina, no hace falta comprarse un perro prieto?
¿HUBO O NO HUBO AMARRE?.- El Presidente candidato que está dispuesto a someterse al escrutinio de la Junta Central Electoral, y que incluso lo demanda, debe tener muy bien controlada la situación. Debe saber que el organismo no se va a pasar de la raya, pero además que sus subalternos acogerán los términos de la circular de Gustavo Montalvo. ¿Por qué Montalvo y no José Ramón Peralta? Muy buena pregunta, magistrado. Peralta es Administrativo, de manera que los empleados públicos están bajo su dominio. Montalvo, por su parte, es Presidencia. Esto es, que mientras el primero se ocupa de los asuntos administrativos, el segundo maneja las cuestiones políticas. Además, Montalvo es el encargado de las amonestaciones, de llamar la atención o corregir, si es de lugar, a los que se salgan del carril. Esta es una atribución que la opinión pública no conoce, pero sí los afectados. Acaso no se recuerda el pronunciamiento sobre el premio a Mario Vargas Llosa, con el que Montalvo puso punto final al affaire, después de conversar con el ministro de Cultura...
MIEMBRO DE LA SECRETA.- Pero además, y este además vale tanto como el pero, no debe olvidarse un elemento importante. Gustavo Montalvo es peledeísta, sin duda, pero tiene un carácter, un manejo de situaciones, que lo acercan a la sociedad civil. Si fuera cosa de película, y no de política, podría considerársele un infiltrado. Dirigentes tan encumbrados como miembros del Comité Político consideran a Montalvo peledeísta “de la secreta”. El Presidente candidato, por tanto, lo está haciendo de maravillas al poner a Montalvo y no a Peralta a firmar la circular. La sociedad civil confía en Montalvo, y el Presidente candidato por igual. La primera sabe que el alto funcionario no se prestará al juego perverso de la doble cara, pero el segundo sabe que tampoco se olvidará de su compromiso con la reelección. La transparencia, sí, pero siempre y cuando no afecte la posibilidad del nuevo mandato...