Tomado de Diario Libre
No
hay dudas de que la situación de Joao Santana en Brasil le cayó cerca a
la campaña de Luis, como una pelota de fútbol lista para ser pateada.
Ahora
se verá su destreza o alcance como candidato, si es de Messi o de
Ronaldo, pues no con cualquier movimiento de piernas se logra un gol.
En su caso ese gol sería importantísimo, aunque no decisivo, para empatar o irse arriba.
Incluso,
debería apurarse, pues el contrario no está por dejarse quitar la
cancha. La reacción fue rápida, más que un acto reflejo, como si
quisiera evitar daños colaterales.
Hablaron Francisco Javier y Héctor Olivo, pero también habló Danilo.
Ni
hechas ni sospechas, pues de lo contrario no da la cara ni deja que se
le acerquen los periodistas, puesto que sabía que le iban a preguntar
sobre eso.
La
asesoría de los otros sigue funcionando, y esa recomendación fue la
mejor: ponerse accesible, decir lo propio, mucho más que Joao ayudó a la
causa al presentarse ante las autoridades brasileñas.
La
idea es continuar tan campante como un borracho escocés, puesto que a
Luis lo provocan y enredan con Sol del Plata, un expediente vacío, pues
ni Sol ni Plata.