No preocupa si oposición se abstiene
MONTAJE.
La imágen muestra, en circulos coincidentes, como se repiten escenas de
una misma manifestación para aparentar “presencia masiva” de
simpatizantes.
César Medina Especial para Listín Diario Santo Domingo/Tomado de Listin Diario
A
siete días de las elecciones del próximo domingo, la oposición luce a
la defensiva y a distancia insalvable de la reelección de Danilo Medina
en tanto se incrementa la presión interna para que el candidato Luis
Abinader y su partido PRM invoquen supuestas “faltas de garantías” para
llamar a la abstención electoral y provocarle un conflicto de
legitimidad al gobierno.
Se
trata de una alternativa suicida asumida incluso de forma pública por
connotados dirigentes oposicionistas como el doctor Emmanuel Esquea
Guerrero y voceros calificados del PRM entre ellos algunos de los más
agresivos seguidores del ex presidente Hipólito Mejía. El gobierno tiene
informes precisos sobre tales propósitos.
Es
el mismo plan denunciado por La Tecla el lunes 28 de marzo y desmentido
de forma destemplada dos días después por el candidato Abinader a su
regreso al país después de las vacaciones de Semana Santa, y si no se ha
decidido aún ese harakiri político ha sido por razones de carácter
económicas que gravitarían sensiblemente contra sus propias finanzas.
Específicamente
se habla de compromisos financieros asumidos por la familia Abinader
--400 millones de pesos obtenidos en condición de préstamo a través de
un pool de bancos comerciales para el tramo final de la actual
campaña--, que serían cubiertos con los ingresos que recibiría el PRM el
próximo año por la ley de financiamiento de partidos políticos.
De
abstenerse y no participar en las elecciones del domingo, el PRM
estaría renunciando también a esos fondos del Estado que se entregan a
través de la Junta Central Electoral, y la familia del candidato
presidencial, garante del préstamo bancario, tendría que redimir la
deuda con dineros de su propio peculio.
En
peor situación caería su aliado principal, el Partido Reformista Social
Cristiano, que se vería obligado a reembolsar al Estado casi 500
millones de pesos que recibió con similar propósito hace menos de dos
meses y sobre cuyo uso en campaña debe rendir cuenta de conformidad con
la misma ley.
Por
igual tendrían que hacerlo los demás aliados del PRM que recibieron
fondos del Estado para la campaña, como Dominicanos por el Cambio, del
ingeniero Eduardo Estrella; el Frente Amplio, de Fidel Santana, y el
Partido Humanista Dominicano, de Eléxido PaulaÖ Todos tendrían que
devolver los millones que recibieron.
... El pasado viernes 6
Pocas horas antes de salir en campaña para San Cristóbal, el Presidente
Danilo Medina recibió detalles pormenorizados sobre los debates que
sostenían asesores de Abinader y del PRM en torno a los planes de
abandonar la carrera electoral argumentando que la JCE había rechazado
la solicitud para el conteo manual de los votos en los tres niveles de
elección.
El
candidato peledeista recibió la noticia con naturalidad, sin inmutarse
siquiera, y sin hacer comentario más allá de referir la libertad que le
asiste a cada partido y a cada candidato de acudir o no a unas
elecciones como las del próximo domingo.
Observó,
sin embargo, que ni el gobierno ni el PLD ni las fuerzas aliadas han
intervenido en el montaje de estas elecciones, e insistió en que la
Junta Central ha puesto en práctica su independencia y autonomía para
tomar cuantas decisiones ha considerado pertinentes, la mayoría de las
cuales, incluso, han desfavorecido su candidatura.
El
candidato reeleccionista prefirió ignorar los comentarios sobre los
planes que barajan el PRM, su candidato Abinader y algunos de sus
asesores para abandonar la carrera electoral... “A veces es preferible
no hacer caso a los rumores que siempre se producen faltando unos pocos
días para las elecciones”, comentó el Presidente a La Tecla...
“...
Pero, de todas formas, el PLD y los aliados a nuestra candidatura
seguirán sus actividades de campaña de acuerdo a lo programado y nada
nos hará mirar para otro lado que no sea la victoria contundente”.
.... Últimas mediciones
Las encuestas de los últimos días reflejan mayor ventaja para el PLD.
En el peor caso para Abinader, la diferencia que separa las dos
principales candidaturas es de 40 puntos porcentuales: 66 a 26. El
Presidente, no obstante, alienta a sus seguidores para que no se confíen
en la intención del voto...
“...
La intención se materializa cuando se echa el voto en la urna, y ahí es
donde obtendremos la gran victoria el próximo domingo”, comentó Medina
como parte de la exhortación a la militancia de su partido y de las
organizaciones aliadas para que no se confíen en la ventaja que le
asignan las encuestas.
La
candidatura de Abinader, sin embargo, ha presentado sus propias
encuestas en los últimos días tratando de neutralizar los efectos
devastadores que han tenido las publicaciones de muestras hechas por las
principales firmas internacionales contratadas por medios
independientes.
Los
efectos de esas publicaciones hechas por encargo del PRM han resultado
contraproducentes porque ninguna de ellas ha colocado al candidato
opositor con puntuación superior a Medina, aunque se empeñan en cerrar
la brecha entre los dos.
En
ninguna de las encuestas los demás candidatos figuran con puntuaciones a
tomar en cuentaÖ Sólo Guillermo Moreno marca bien, pero por debajo de
los dos dígitos.
Las encuestas: su historia
Las encuestas políticas independientes en el país tuvieron un modesto y
cauteloso comienzo, precisamente en uno de los diarios nacionales --el
periódico Hoy--, pero con el tiempo han llegado a convertirse en lo que
son ahora mismo: protagonista y factor de mayor relieve en la presente
campana electoral.
Cuando
se emprendió esa labor pionera, el primer cálculo dictado por la
cautela fue el de que esas mediciones no podían encargarse a una empresa
dominicana, porque hasta entonces habían prevalecido en nuestro
ambiente político las encuestas hechas a la medida. Eran auscultaciones
que ya estaban desprestigiadas.
Por
eso el periódico dirigió su mirada hacia el extranjero, y su director,
Virgilio Alcántara, identifico en San Juan, Puerto Rico, a la empresa
dirigida por un encuestador norteamericano --la Stanford Klapper y
Asociados--, que ya gozaba de prestigio en esa isla en la realización de
encuestas y en la medición de los rating de la programación de
televisión.
La
decisión fue correcta porque a partir de la realización y publicación
de los resultados de las primeras encuestas, ese procedimiento de
medición del estado de la opinión pública sobre los candidatos políticos
que buscaban el favor del electorado dominicano fue ganando el
prestigio que nunca antes había tenido.
Con
el tiempo, sociólogos dominicanos se fueron vinculando con empresas
encuestadoras extranjeras, esencialmente norteamericanas, y hasta grupos
de empresarios se preocuparon por encargar encuestas independientes
para su consumo privado y cuyos resultados circulaban oficiosamente.
Ahora
nadie concibe unas elecciones sin encuestas, sobre todo sin encuestas
periódicas, en las que se mide el estado de la opinión política en torno
a los candidatos que se postulan especialmente a la Presidencia de la
República. Pero igual, ya se miden, también, las tendencias del voto en
favor de senadores y de alcaldes.
Los
resultados de las encuestas son hoy no solo herramientas para el
trabajo de campaña electoral, sino una fuente de gozo para los
candidatos que aparecen mayormente favorecidos, y fuente de angustia
--que a veces raya en la pesadilla--, para los que son desfavorecidos.
No
extraña, entonces, que las encuestas sean a la vez arma con la que se
echa la pelea electoral, e instrumento que contribuye a formar las
percepciones sobre lo que se proyecta ocurrirá el día de las elecciones.
Cuando se hacen bien, las encuestas no fallan.