Por Mayobanex De Jesús Laurens…Estilo Bloguero
Hablar de convertir nuestros muelles en puerto turístico industrial,
con lo cual provocaríamos una verdadera revolución económica en Barahona
y toda la región Enriquillo, parece ser una utopía, demasiado
quimérica, para seguir abrigando esperanzas sobre la misma, a sabiendas
de que esa propuesta implica una intención de recursos muy fuerte y una
visión gubernamental dirigida en ese sentido.
Ni
decir de esperar que los proyectos anhelados sobre nuestra zona
costera, en especial de bahía de las Aguilas, se hagan una realidad,
parece también un espejismo en el desierto, ante las dificultades
legales que tienen los terrenos en litis y los recursos en los
tribunales que deben todavía afrontar.
Si
el puerto turístico industrial no es posible, si el turismo en la zona
costera y Bahía de las Aguilas se sigue dilatando, ¿qué proponemos
realmente para impulsar el empleo en Barahona?
Por
el momento seguiremos viviendo de los empleos estatales y privados
locales, la mermada agricultura en las comunidades y la rutina comercial
en la zona, que producen un reciclaje de los ingresos y gastos, sin
crecimiento económico de importancia, menos de generación real del
empleo.
Ante
esa realidad, proponemos seguir expandiendo la actividad comercial,
construyendo el gobierno naves para negocios y empresas en los barrios,
apoyadas con el establecimiento de cuarteles policiales en cada uno de
los puntos seleccionados.
Las
naves tipo comerciales serían financiadas a través del Banco de
Reservas, a tasas muy bajas, con períodos blandos para el repago que
vayan a realizar los empresarios y comerciantes que deseen instalar sus
negocios en esas barriadas.
Decenas
de negocios se instalarían en los barrios, de diversas índoles, se
emplearían a cientos de jóvenes trabajadores, de ambos sexo, se
impactaría sobre la delincuencia y la criminalidad y se dinamizaría la
actividad económica en la zona.
Lógicamente,
insistimos que eso solo es posible con un alto sistema de seguridad
policial, estableciendo cuarteles policiales barriales y patrullaje
permanente en las áreas de los negocios que allí se instalen, para
evitar hurtos a los mismos y a los clientes.