Por Mayobanex De Jesús Laurens...Estilo Bloguero.
(Publicado el 14 de septiembre de 2013).
A
diario nos encontramos con personas que se mantienen críticos a las
políticas económicas de todos los gobiernos de turnos en nuestro país,
expresando la famosa frase "no hay circulante en las calles, nos está
llevando el diablo".
Para
mejorar la situación económica de un país se debe iniciar con una
plataforma interna de hogar que sea ejemplificadora a nivel de la casa.
Toca al gobierno también promover políticas y mensajes en esa dirección.
Si
no empezamos por la organización personal, de nada vale que estemos
permanentemente gritándole en el desierto la misma canción a todos los
gobiernos, con razones o sin razones personales que les estén afectando
sus bolsillos en lo inmediato.
Organización,
ahorro y prioridad en las inversiones y en los gastos es la base de una
economía sana, tanto a nivel de hogar como a nivel del Estado. Si el
salario que devengamos es de 10 mil pesos, sus estructuras de
inversiones y gastos tiene que estar sometidas al régimen de esos
ingresos mensuales.
Lo
ideal sería ir pudiendo extrapolar otras fuentes alternativas de
ingresos fuera del horario del trabajo ordinario, sea en las noches, los
fines de semanas o a través de su pareja o hijos. Lo importante es
intentar obtener pluri-recursos, extras al salario base mensual.
Con
su proyección de ingresos mensuales, haga una lista de los gastos fijos
y variables que mensualmente tiene que asumir. Si el manejo austero le
dejara para un leve ahorro, procure ir guardando en el banco o en su
alcancía personal. Quien guarda siempre tiene.
En
caso de querer hacer inversiones, tenga siempre presente su nivel de
ingresos mensuales y procure atenerse a sus limitaciones. Deshágase de
los gastos superfluos, innecesarios. No vaya de prisa, ni se deje llevar
por la vanidad del vecino, tampoco del deseo de querer llegar hasta
donde realmente no puede ir ni caminar.
Del
hogar, hacemos extensivo el mensaje al gobierno. Si nuestra capacidad
de ingresos promedios mensuales son 500 mil millones de pesos, nuestros
gastos e inversiones tienen que estar circunscritos a ese nivel de
recursos que podríamos recibir. Montar utopías, quimeras bien
intencionadas, muchas veces termina pagándose con el lastre de una
economía en debacle al término de un mandato presidencial.
Organización,
ahorro y prioridad en las inversiones y en los gastos es la clave del
éxito económico en las personas y en las naciones.