El festín de Babette
Babettes gæstebud/Tomado de Wikipedia
Título El festín de Babette, La fiesta de Babette, Babette's feast. Ficha técnica Dirección Gabriel Axel. Producción Just Betzer, Bo Christensen, Benni Korzen, Pernille Siesbye. Guion Gabriel Axel, Karen Blixen. Música Per Nørgård. Fotografía Henning Kristiansen. Montaje Finn Henriksen. Protagonistas Stéphane Audran, Birgitte Federspiel, Bodil Kjer.
Ver todos los créditos (IMDb) Datos y cifras. País(es) Bandera de Dinamarca Dinamarca Año 1987. Género Drama, comedia. Duración 102 min. Idioma(s) Danés, Francés, Sueco. Compañías Productora Nordisk Film. Óscar a la mejor película extranjera. De aanslag. (1986) Babettes gæstebud Pelle erobreren. (1988)
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El
festín de Babette o La fiesta de Babette (en danés Babettes gæstebud)
es una película danesa de 1987 escrita y dirigida por Gabriel Axel. Está
basada en un relato de Isak Dinesen (Karen Blixen), escritora de
Memorias de África. Fue producida por Just Betzer, Bo Christensen y
Benni Korzen con fondos del Instituto del cine de Dinamarca. Babettes
gæstebud fue la primera película danesa basada en una historia de Blixen
y la primera de esa nacionalidad en ganar el Óscar a la mejor película
de habla no inglesa.1
Sinopsis
En
1871, durante una mañana de tormenta, Babette llega a un pueblo de
Jutlandia, una aldea en la desolada costa oeste de Dinamarca, huyendo de
Francia durante la represión de 1871. Es empleada como criada y
cocinera en la casa de dos ancianas solteras, hijas de un estricto
pastor, el cual ha frustrado todos los planes de ser felices de sus
hijos. Allí vive durante catorce años, hasta que un día descubre que por
fortuna ha ganado la lotería, y en lugar de regresar a Francia, pide
permiso para preparar una cena de celebración del centenario del pastor.
Llama
la atención en las dos ancianas el fuerte sentido del deber, inculcado
por su padre y expresión de un compromiso ante todo con Dios. En la
austeridad de su existencia, arraigada también en una concepción
cristiana de la vida, se percibe al mismo tiempo un rechazo a todo lo
mundano. Poco a poco vamos comprendiendo ese aspecto muy presente en la
concepción luterana del cristianismo, en el que lo material, así como el
gozo y el placer, son vistos con desconfianza y en su mayor parte
rechazado. Contrasta fuertemente con la aproximación de Babette, cuya
educación y catolicismo —“papista” en la mente de las ancianas— la lleva
a una valoración positiva de lo material y de los placeres de la vida
tomados con moderación.