Por: AGENCIAS/Tomado de Almomento.net
WASHINGTON.-
Al mediodía de este viernes, Donald Trump cumplió su primera semana en
la Presidencia de la mayor potencia planetaria.
Su llegada a la Casa Blanca no ha sido tersa, pero nadie puede negar que su equipo ha trabajado a un ritmo frenético.
Los
que esperaban que el ejercicio del poder moderara sus posturas de
campaña estaban muy equivocados. Estos primeros días le han bastado para
empezar a cumplir sus promesas más inquietantes y abrir frentes de
batalla con la prensa, los mexicanos, los inmigrantes, los
ambientalistas o los defensores del libre comercio.
Evidentemente,
Trump ha comenzado a reversar los avances de los últimos ocho años. En
otras palabras, a borrar el legado de Barack Obama, incluido el
emblemático programa sanitario conocido como Obamacare. Pero diversos
analistas van más allá y señalan que sus posturas implican un retroceso
de décadas, e incluso representan una ruptura con el orden mundial que
conocemos desde la Segunda Guerra Mundial.
“Con
respecto a las relaciones de Estados Unidos con el mundo, Trump parece
mucho más radical”, escribió Fareed Zakaria en The Washington Post. “De
palabra y obra, parece estar alejándose de la idea de un Estados Unidos
en el centro de un orden internacional abierto, basado en reglas. Esto
sería un retroceso de más de 70 años de política exterior
estadounidense”.
El
reputado analista se remite a un ensayo del New York Review of Books
que apunta cómo desde 1945 los líderes tanto demócratas como
republicanos se han regido por tres principios básicos.
En primer lugar, que la seguridad de Estados Unidos se ve fortalecida por sus amplias y profundas alianzas en el mundo.
En
segundo, que una economía abierta y global le permite a Estados Unidos y
a otros países crecer. Y en tercer lugar, que la democracia tiene una
serie de ventajas y se debe privilegiar frente a otros tipo de
regímenes.
Trump
rompería esa tradición, pues durante décadas ha atacado esos puntos de
vista al considerar que son ingenuos y han permitido que el resto del
mundo se aproveche de Estados Unidos.
Todas
las preocupaciones teóricas se han convertido en una alarmante
realidad, de consecuencias imprevisibles, con las medidas que ha tomado
Trump desde que pronunció su discurso de investidura populista y
nacionalista.
De
la eliminación de Obamacare a la construcción del muro con México,
pasando por su agresiva posición ante la ONU, este es un breve recuento
de lo que ya firmó y lo que se perfila:
El primer decreto, contra Obamacare
El
magnate comenzó por firmar un decreto contra la emblemática ley de
salud Obamacare, y ordenó a su gobierno conceder el máximo de exenciones
posibles a esa reforma de 2010 detestada por los republicanos, a la
espera de su derogación en el Congreso.
México, la piñata de Trump
En campaña, el hoy presidente de Estados Unidos no paró de insultar a los mexicanos, y las cosas no mejoraron tras su posesión.
Además
de anunciar su intención de renegociar el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), echó a andar la construcción del muro en la
frontera sur, insiste en que México lo va a pagar y borró de un brochazo
las tradiciones diplomáticas al cancelar por medio de un agresivo trino
la reunión que tenía prevista con su colega Enrique Peña Nieto. Para
rematar, su gobierno anunció que estudia pagar la barrera con un
impuesto de 20% a los productos que vengan de México.