Tomado de Diario Libre
El
Procurador fue a Washington, y aunque todavía no se tiene claro si por
invitación o por solicitud de cita, lo cierto fue que reveló más fotos
que detalles. El funcionario se vio con altos cargos del gobierno
norteamericano, y no hay ninguna duda, pues las instantáneas no mienten.
Fueron fotografías de trabajo y no selfies de relax.
Una
imagen vale más que mil palabras, se repite a menudo, pero en el caso
hubieran sido mejor las mil palabras y que las imágenes llegaran
después, pues Estados Unidos será decisivo, aunque los oídos estén
atentos a Brasil. Cuando Petrobras era discordia política, y no
expediente judicial, los fiscales norteamericanos soltaron los demonios
con Odebrecht, y para escándalo se hizo el mundo.
Lo mismo podría suceder aquí.
El
Procurador no dijo mucho, y nadie espera que lo diga todo, pero sí
hizo. Pidió a las cámaras, y por escrito, copias de todas las actas
correspondientes a los contratos de obras de Odebrecht. Las de
comisiones y las de sesiones. Mucha tela por donde cortar, suficiente
hilo para hilar, pero sobre todo más agua puesta a calentar. El
presentimiento es de que aumentará el número de quemados.