martes, 7 de noviembre de 2017

VIRGILIO GAUTREAUX PIÑEYRO! Breve historia del mercado público de Barahona

Breve historia del mercado público de Barahona 
Por: Virgilio Gautreaux P/Tomado de El Biran NY
1-Introducción
Nuestro Valle de Neyba, las montañas rebeldes de nuestras Sierras, nuestros lagos, la frontera Sur y el litoral costero marino, durante  centurias, representaron un gran espacio comercial, donde hábiles mercaderes movían mercancías, animales, sal, miel, maderas, café, azúcar, alcohol y alimentos, en todas las direcciones.  


Los habitantes de las diferentes comunidades del Valle de Neyba iban ubicando los lugares donde colocar o comprar sus mercaderías, sitios éstos que se fueron institucionalizando a través del tiempo en solares fuera y dentro de poblados y caseríos, en campos abiertos, intersección de caminos y comunidades en cuyos alrededores existieran varias aldeas o parajes.

2-Al año siguiente de proclamar nuestra independencia de Haití y mientras soportaba la joven nación las embestidas de su ejército dirigido por sus camarillas cívico-militares, el 2 de Mayo de 1845, se promulga la Ley No. 32 sobre los Ayuntamientos, en cuyo Artículo 13 que contiene las atribuciones de los Ayuntamientos, encontramos que sus acápites 2,3,5,8,9 y 14, están dedicados  a regular las funciones propias de los mercados, tales como adecuado suministro de comestibles de calidad; inspección de pesos y medidas; vigilancia de las instalaciones (mercado, almacenes, mercancías, etc); observación control de los precios del pan, víveres y otros alimentos, así como preservar la calidad de la leche y aplicar medidas sanitarias de precaución en su manejo, para evitar epidemias. También correspondía al Síndico defender los derechos del público, debiendo asistir a todas las inspecciones de los mercados, carnicerías, panaderías y demás abastos de las Comunes, con potestad de intervenir en las cuentas, inspección de pesas y medidas, facultado además de efectuar decomisos y perseguir los contraventores. 

3-El 23 de Junio de 1847 se promulga un nuevo dispositivo sobre los Ayuntamientos-la Ley No. 107-en cuyo Artículo 24 sobre las atribuciones de los Cabildos se contemplan varios acápites relativos a la operatividad de los mercados públicos, similares a las contempladas en la Ley anterior Ley 32.

4-Luego del Decreto del año 1881 que declara a Barahona como Distrito Marítimo ostentando categoría provincial, el Ayuntamiento  asume con más vigor sus competencias constitucionales y su desarrollo institucional en favor de la demarcación. Por su relevancia, fortalecer las normativas en torno a las operaciones comerciales del mercado local, se constituyó en los años siguientes en uno de los principales objetivos de las autoridades municipales barahoneras. 

5-En el libro de Welnel Féliz Historia de Barahona 1800-1900”,  nos encontramos en la década de los años ochenta del siglo XIX, con un Cabildo renovado, trabajando afanosamente para que su mercado se transformara en un espacio bien regulado donde salieran beneficiados comerciantes y clientes. Para ello, la entidad municipal-conforme a la Ley de los Ayuntamientos-aplicaba las normativas relativas a calidad y cantidad de los productos,  sus precios, horario de venta, pesos y medidas, matanza, traslado y venta de las carnes. También el contenido de los envases para la venta de líquidos (leche, aceites, etc). Igualmente, se ocupaba de la  higiene del mercado y su entorno. La Plaza comercial-señala Welnel-estaba ubicada en la Calle La Cruz-que asumimos [VGP], cruzaba frente al viejo templo católico. (Ver obra citada desde la pág. 152 a la 156).

6-A pesar de la inestabilidad política y militar del país en los primeros lustros de siglo pasado, la ciudad de Barahona fue adquiriendo un perfil urbano más definido, impulsado sin duda alguna por el creciente número de habitantes, estructura urbana e incremento de las actividades comerciales. Otros elementos responsables de este comportamiento fueron la instalación  de pequeñas fábricas, la expansión de la producción cafetalera, la explotación maderera y la venta de productos agropecuarios. Hay que citar como reflejo de estos fenómenos el aumento de la matrícula escolares, así como de las actividades culturales y recreativas. 

7-Animados por estas señales de avances, el 1ro de Junio de 1909 la Sala Capitular del Ayuntamiento barahonero, aceptó con agrado la donación de una porción de terreno urbano, de parte del Sr. Mota, el cual sería destinado a la construcción del Mercado y una Carnicería.

8-Todos estos fenómenos fueron a su vez catapultados por la instalación del ingenio, que requirió que rápidamente la ciudad de Barahona tuviera que adaptarse a la dinámica que el ingenio impulsaría en todas las comunidades ubicadas en el Valle de Neyba. En poco tiempo la ciudad fue desbordada por importantes contingentes de gente joven, ávidos consumidores con dinero que gastar, extranjeros que demandaban servicios  existentes en sus países, tales como hoteles, bares, restaurantes, barberías, centros de cultura, de bailes, deportes, energía eléctrica, agua potable, alimentos y manufacturas, etc.

9-Ante esta demanda compulsiva de todo género, el precario mercado municipal existente quedó desbordado por la cantidad creciente de clientes, vendedores, mercaderes que acudían al lugar, animales, abarrotado-además-de mercancías de todo género por doquier, la mayoría colocadas en el suelo. 

10-Unos pocos años antes encontramos en el Listín Diario de fecha 18 de Diciembre de 1914, una crónica que destacaba las pésimas condiciones de dicha plaza y la necesidad de dotar la Común de un medio de transporte honorable e higiénico para trasladar la carne desde el matadero al mercado, instalación que también operaba en condiciones deplorables, sin mesas donde  colocar los alimentos, ausencia de casetas para los vendedores, donde además los animales de carga estaban junto a los productos. 

Asimismo, en la Revista RENACIMIENTO No 3 del 17 de Marzo de 1915, destacaba el clamor de distinguidos representantes de la laboriosa comunidad de Barahona, “rica y dispuesta al trabajo a toda hora”, pero no obstante empobrecida y miserable, sin vías de comunicación ni obras que faciliten su gestión progresista. Otra información aparecida en el Listín Diario correspondiente al Lunes 4 de Octubre de 1920 donde un corresponsal destacaba que presenció “el triste espectáculo de ver varios campesinos reunidos bajo la arboleda que sirve de mercado, acosados por un fuerte aguacero, pues sus productos susceptibles al agua, tenían que resguardar precipitadamente”. 

11-Ante el clamor de la comunidad, los titulares del Ayuntamiento se reúnen el 26 de Febrero de 1917 y resuelven pedir al Gobierno autorización para vender 100 solares y contratar un préstamo para atender la instalación de un alumbrado moderno, un mercado, un matadero, una edificación para la casa municipal y el arreglo de las calles. 

12-Casi un año después-el 01 de Febrero de 1918-la Sala Capitular designa una Comisión encabezada por el Presidente del Organismo y los Regidores Ovidio Franco y Lucas Pérez, con el propósito de que eligieran el donde serían construidas dos enramadas para el Mercado.

13-Meses después el Cabildo sintiéndose un poco asediado por la población, se reúne de manera Extraordinaria el 28 de Diciembre de 1918 donde el Sr. Andrés M. Moreta, Presidente de la Sala Capitular, luego de las motivaciones de lugar, propuso que ese Organismo, acogiéndose a los términos de la Orden Ejecutiva No. 208 del 12 de Septiembre de 1918 sobre financiamiento a proyectos de utilidad pública a los Ayuntamientos, concertara un préstamo por un monto de $20,000, el cual estaría destinado  a la construcción del Mercado Municipal, alumbrado público, un local para el Cabildo, un Matadero, varias calles y obras para desviar las aguas de algunas vías de la ciudad cuando ocurrieran aguaceros. El préstamo se pagaría con impuestos a los solares urbanos y otras cargas relacionadas.

14-Nuestro Ayuntamiento luego de las negociaciones t trámites pertinentes, logró que mediante la Orden Ejecutiva No. 487 de fecha 4 de Junio de 1920, se le autorizara vender 200 solares y con esos recursos ejecutar una serie de obras de desarrollo tales como un matadero, un cementerio, arreglo de varias calles, canalización del rio Birán, la construcción de una carreta para transportar la carne desde el matadero hacia el mercado público, así como contribuir a la terminación de la iglesia católica y el arreglo de caminos vecinales, entre otras obras

15-Reunida la Sala capitular el 5 de Julio de 1920, se dio lectura a una comunicación del Secretario de Interior y Policía donde comunica al Cabildo que el Departamento de Obras Públicas, luego de la revisión de los planos, estipuló que el presupuesto  de construcción del Mercado, ascendía a $8,000, en lugar de los $5,000 contemplados originalmente. Se aprobó destinar esta suma a la obra, de la partida de “alumbrado eléctrico”, del monto previsto a solicitarse prestado al Gobierno militar de ocupación.


16-Con una parte de los recursos obtenidos por la colocación en venta de los 200 solares señalados, se iniciaron los trabajos del mercado público. Esta obra-conforme a la Memoria Anual del Ayuntamiento de 1921, estaba casi terminado para finales de ese año, el cual de acuerdo a las autoridades municipales, aunque no llenaba sus aspiraciones, “viene a llenar una necesidad hace tiempo sentida en esta Común”

17-En este nuevo mercado eran más rigurosas las normas sanitarias y el orden público, lo que garantizaba un mejor servicio para vendedores y clientes. A tales efectos, ante la inminente apertura de esta Plaza, el 26 de Septiembre de 1921 el Ayuntamiento dictó una Resolución en la cual se estipulaba que todos los productos alimenticios que se introdujeran en la ciudad, debían ser dirigidos al mercado. Quienes fueran sorprendidos “antes de las diez de la mañana” vendiendo fuera del mercado, serían multados. Si reinciedieran en esta práctica, recibirían multas escalonadas.


II-Desempeño limitado del mercado y expectativas
1-Resultó evidente tan pronto esta obra entró en operaciones, que la misma resultaría pequeña dentro de pocos años, tal y como era criterio de algunos miembros del Cabildo barahonero. En efecto, el crecimiento de la población de la ciudad pasó de 3,826 personas en 1920, a 8,367 en 1935. A esto se añadía que productores agropecuarios,  comerciantes y clientes de otras partes del Valle de Neyba, de las lomas barahoneras y San Juan de la Maguana, acudían a este mercado.

2-El Ayuntamiento de Barahona elaboró un Documento-Informe en Julio de 1935 sobre las actividades desarrollistas desplegadas por ese organismo, el cual fue elaborado para ser publicado por el periódico local EL MOMENTO. Al referirse al mercado público existente detalla sus condiciones de higiene y otras facilidades, señalando a la vez, que el Cabildo tiene el firme propósito de consignar en su presupuesto del 1936 una suma apreciable “para construir un nuevo mercado que responda a las necesidades del pueblo”.

3-En una comunicación de fecha 11 de Enero de 1938 firmada por el Sr. Alfredo Latour, Síndico Municipal de Barahona, dirigida al  Secretario de Estado de Interior y Policía, éste le comunica que del presupuesto de 1937 se reservaron $4,000, para la construcción de un Mercado Moderno, suma ésta que esperan aumentarla en el transcurso del año. 

5-Mediante una comunicación de fecha 23 de Febrero de ese mismo año, firmada por el Síndico Latour dirigida al Ing. Eduardo Soler, Director General de Obras Públicas, éste le informa que el Ayuntamiento de Barahona le suscribió una carta “hace varios días” suplicándole el envío de  un dibujante o ingeniero de los que hacen planos en esa Oficina, con el fin de que se trasladara a esta ciudad, con todos los gastos cubiertos por el Ayuntamiento, para que estudiara la topografía del terreno donde sería construido el nuevo mercado público, además de someterle un croquis de cómo lo desea el Cabildo, a los fines de que el técnico pueda confeccionar buenos planos sobre la obra. Concluye la carta suplicando que a la mayor brevedad le envíe la persona, pues tienen premura en iniciar los trabajos de construcción. 

6-Ante la firme resolución de los munícipes en iniciar los trabajos de construcción del mercado, tres días después de la comunicación citada más arriba, el Síndico Latour envía una nueva carta al Director de General de Obras Públicas,  el 26 de Febrero de 1938 mediante la que le informa que el Cabildo ha comisionado al Sr. Alfredo Nielsen, Encargado del Departamento de Obras Municipales del Ayuntamiento barahonero, para que conversara  con el alto funcionario en torno al dibujante o ingeniero solicitados para confeccionar los planos del mercado. 

7-Una crónica aparecida en el Listín Diario el 24 de Diciembre de 1938 bajo el título de “SERÁ CONSTRUIDO UN NUEVO MERCADO”, destaca que  a pesar de la situación financiera del cabildo, debido a la baja recaudación de los Proventos, la Corporación municipal se proponía realizar una serie de obras para el nuevo año de 1939, dentro de las cuales estaba la construcción de un moderno mercado “que responda a los reclamos de la era de progreso que vive la Republica”. Ese mercado sería levantado en el mismo lugar que el existente, por un costo de $15,000. Su tamaño será de  272 piés de largo por 121 de ancho.

8-La información señala más adelante, que la estructura sería de cemento por dentro y tendrá 92 mesas para para la venta de productos del campo y 14 casillas para la venta de carne y pescado. La cerca o parte exterior sería de concreto con un hermoso enverjado. El acceso al interior se realizará por cuatro grandes puertas de hierro. En los cuatro ángulos del mercado llevará igual número de casas, cada una de las cuales tendrá cinco compartimientos destinados a las tiendas. 

9-La entrada principal, que dará hacia la calle Trujillo Valdéz (hoy Luis Del Monte), llevará una especie de escalinata hacia el interior del edificio. La crónica del Listín concluye  afirmando que por su amplitud y arquitectura, será uno de los mejores mercados del país. El periódico termina señalando que la obra comenzará  probablemente en el mes de Febrero de 1939. 

10-La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) sin duda alguna, afectó las condiciones del país, donde una serie de bienes, servicios, materias primas, alimentos y materiales de construcción, experimentaron problemas de suministro, lo que se reflejó sobre el movimiento comercial del mercado. Esta situación pudiera explicar que el tema de la construcción de la obra, se viera afectado. 

III-Negociaciones y obtención recursos para el Mercado
1-El proceso es retomado el 13 de Mayo de 1943 cuandpo la Sala Capitular se reúne para conocer los términos de una comunicación presentada por el Sr. Síndico, relacionada con la contratación de un préstamo por un monto de Cincuenta y Dos mil Pesos ($52,000), para la construcción de un Mercado Moderno, en la ciudad de Barahona. Argumentaba el funcionario que el proceso de crecimiento urbano demandaba la construcción de una plaza comercial moderna, puesto que el Mercado existente “construido durante la Ocupación Americana, no sólo no corresponde a las condiciones higiénicas exigidas por las autoridades sanitarias, sino que resulta inadecuado por su pequeñez y su deplorable aspecto”. El Ejecutivo municipal apuntó que ya la Dirección de Obras Públicas había elaborado los planos y el presupuesto de la obra, que sin duda alguna, respondería por sus condiciones de solidez y durabilidad, a las expectativas de la ciudadanía.

2-El Síndico concluyó su presentación, expresando que el pago de los intereses y la amortización del capital del préstamo a contraerse, se realizaría con los recursos provenientes del arrendamiento del matadero y transporte de la carne. Los presentes decidieron que copias del informe del Síndico fueran repartidas entre todos los Miembros de la Sala Capitular para decidir sobre la cuestión en una próxima reunión.

La obtención de estos fondos de la edificación se realizaría dentro de las disposiciones contempladas en la Ley No.186-43, del 6 de Febrero de ese mismo año, sobre préstamos a los Ayuntamientos.

3-Dicha Ley establecía los procedimientos que debían agotar los Cabildos para obtener préstamos del Gobierno, fundamentándose principalmente en la capacidad de los Ayuntamientos para repagar la deuda, sin lesionar los gastos operacionales de esas Corporaciones. La Secretaría de Estado de Interior y Policía, en el marco de esta normativa, ejercía un rol protagónico en estas operaciones financieras, interviniendo en todos los detalles, las diferentes fases de la ejecución del Proyecto que se trate, así como en su puesta en marcha. 

4-Volvió nuevamente a sesionar de forma Extraordinaria la Sala Capitular el 20 de Mayo de 1943 y amparándose en las facultades que le confería la Ley No.186-43 sobre Préstamos Municipales, decidió contratar un préstamo por un monto de $52,000 para construir el Mercado. A tales efectos, basándose en los Artículos 1, 8, 9, 10 y otros de  la citada Ley, promulgó una Resolución mediante la cual se emitieron 104 Bonos de $500 pesos cada  uno, equivalentes a un total de $52 mil pesos, los cuales serían destinados exclusivamente a la construcción de la Plaza.

5-El rendimiento de los Bonos sería de un 6% anual, pagaderos en semestres vencidos, quedando a cargo del Banco depositario del Gobierno el servicio de este préstamo. Se publicitaría con tiempo la fecha en que serían emitidos los Bonos para que los potenciales adquirentes estén suficientemente edificados. La amortización de los bonos cubriría 18 años y medio, para lo cual se elaboró una lista anual con los pagos correspondientes, que se efectuarían mediante sorteos que serán realizados en Sesiones Extraordinarias del Cabildo  en los meses de Marzo y Septiembre de cada año. El Ayuntamiento para garantizar un mejor de estos compromisos,  seleccionó los rendimientos de algunos arrendamientos, para crear un fondo destinado al pago de pagar los Bonos.

6-El 15 de Junio de 1943, la Sala dio lectura a  comunicación No. 12400  del Secretario de Interior donde se anexa el listado de materiales que serían utilizados para la construcción del mercado, el cual fue elaborado por técnicos de la Dirección de Obras Públicas, para fines de análisis por parte del Cabildo Barahonero. Con el propósito de que los trabajos de la obra se iniciaran cuanto antes, se decidió de inmediato aprobar los cálculos de la citada dependencia.  

7-El 18 de Junio el Secretario de Interior le comunica al Cabildo que el Banco que facilitará los recursos necesita tener copia del presupuesto detallado de la obra. Esto causó cierto revuelo pues el Ayuntamiento no disponía de dicho documento completo y otros anexos. Se pidió copia de dichos papeles al propio Secretario para poder cumplir con este requisito.

8-Cuando ya el Cabildo barahonero consideraba que estaba todo claro en relación a los documentos compilados para lograr el desembolso de los recursos del préstamo por parte del Banco de Reservas, la Sala Capitular en su Sesión del 9 de Julio, da lectura al oficio-el No.14070 de fecha 2 de Julio de 1943, el cual contiene un conjunto de observaciones del Secretario de Interior y Policía sobre los pliegos que avalaban la solicitud de los $52,000. El funcionario devuelve Resoluciones y otras disposiciones elaboradas por la Sala Capitular, con el encargo de que dicha documentación  sea homogenizada, con el propósito de que el Banco de Reservas pudiera realizar la operación financiera, acorde a los dispositivos del artículo 20 de su Ley Orgánica y Reglamentos internos. 

9-En aras de colaborar con la cuestión, el Secretario de Interior se permitió enviar un borrador del texto de la Resolución que deberá adoptar la Sala Capitular, donde quedaban resueltas algunas contradicciones que inhibían al Banco a continuar el proceso de entrega de los fondos citados. El Ayuntamiento barahonero decidió de inmediato aprobar las sugerencias del alto funcionario y redactar los documentos pertinentes, vinculados al monto de los Bonos, pago de intereses y amortización, entre otros asuntos. Se aceleró también el proceso de remisión de estos papeles y se agradeció al Secretario su interés en resolver este impasse. A pesar de la diligencia mostrada por el Cabildo, el día 10 de Julio de 1943, el Secretario mediante telegrama, urgía al Ayuntamiento el pronto envío de los documentos.

10-En una larga y extensa Sesión de la Sala Capitular celebrada el 23 de Julio de 1943, se dio lectura al oficio No. 256, de fecha 22 de Julio del citado año, donde el Síndico señaló que “de acuerdo a instrucciones recibidas de la superioridad correspondiente”,  y con el propósito de dar comienzo a los trabajos de construcción del Mercado Moderno el 1ro de Agosto próximo, se apropiara la suma de $10,000 de la partida “Fondos no Comprometidos” , a título de préstamo, recursos éstos que serían reintegrados a la partida correspondiente, tan pronto se reciba el dinero de la operación financiera en trámite ante el Banco de Reservas. Se aprobó de inmediato la proposición y tramitar la Ordenanza correspondiente mediante el procedimiento de rigor. 

11-Conforme a la Ley No. 186, la operación financiera debía ser aprobada por la Cámara de Diputados, Organismo que mediante la Resolución No. 351 otorgó la autorización correspondiente el 29 de Julio de 1943. El Poder Ejecutivo   promulgó dicha Resolución el 30 de Julio del citado año.

IV- Contratación construcción del actual Mercado Municipal
1-En aras de agilizar el proceso de edificación, la Sala Capitular  efectuó una Sesión Extraordinaria en horas de la noche del 2 de Agosto de 1943, para conocer el texto del Proyecto de Contrato de Construcción del Mercado. En la citada reunión estaba presente el Sr. Gobernador provincial, quien había remitido ese mismo día el Oficio No 1638 con el borrador del Contrato. El funcionario informó que tenía instrucciones precisas del Secretario de Interior de que el asunto fuera ventilado y resuelto.

Para esta ocasión solemne estuvieron presentes:
Dr. Narciso T. Suberví, Presidente del Ayuntamiento
Mauricio B. González, Vicepresidente
Sócrates Lagares, Regidor
Carlos Díaz hijo, Síndico
El Secretario del Ayuntamiento
Rafael Malagón, Gobernador Provincial
Ing. José A. Fernández, representante del Director General de Obras Públicas

2-En el texto del Contrato, el Ingeniero Fernández fungiría como la Primera Parte,  en representación del Ayuntamiento de Barahona. El Contratista de la Obra, el Sr. Rosendo Álvarez, sería la Segunda Parte. La pieza contaba de 18 artículos. Sometido a la consideración de la Sala, el expediente fue aprobado a unanimidad. También se dispuso enviar esa misma noche un telegrama al Sr Secretario de Interior en los términos siguientes: “En Sesión Extraordinaria esta noche, después de repasada lectura, fue aprobado Contrato mercado por la suma de $52,206.33, intervenido entre Director General de Obras Públicas y Rosendo Álvarez, Constructor-Contratista”. Se resolvió además, avisarlo también por oficio al Gobernador Malagón.

3-En la noche del día siguiente-3 de Agosto-en una Reunión Ordinaria del Cabildo, la Sala Capitular tiene conocimiento del Oficio 1707 de esa misma fecha, enviado mediante  telegrama por el Secretario de lo Interior, cuyo texto decía:

“En vista de que ese Ayuntamiento ha aprobado el Proyecto de Contrato preparado por la Dirección General de Obras Públicas para la edificación del Mercado de ésa, y por disposición del Honorable Señor Presidente de la República, me permito recomendar iniciar cuanto antes los trabajos de la referida obra. Al efecto, ese Ayuntamiento deberá depositar a la orden del Director General de Obras Públicas, la suma inicial de  $10,000.00 para sufragar los gastos que ocasionará la adquisición de las materias primas necesarias a dicha construcción. Acuse recibo de este mensaje y avise ejecución depósito recomendado”.

4-En este tenor, la Sala Capitular aprobó emitir el cheque correspondiente, actuando conforme a los procedimientos contable-financieros establecidos. En la Sesión del 10 de Agosto de 1943, este Organismo pasó lectura al Oficio No. 7245 de fecha 6 de dicho mes y año, suscrito por el Director General de Obras Públicas, mediante el cual acusaba recibo de la remisión del cheque por la suma de $10 mil, como anticipo para la compra de los materiales e iniciar los trabajos de construcción de mercado. 

5-En una de las Sesiones de esos días, el Sr. Síndico alertó a los presentes Miembros de la Sala Capitular para que fueran pensando en trasladar el Hospedaje de los campesinos de San Juan de La Maguana que acudían al mercado municipal a vender sus productos. Al parecer, en el lugar a construirse existía algún tipo de construcción o estructura donde con regularidad se alojaban estos viajeros-mayormente mujeres-que vendían miel, sogas, macutos, aceite de Higuereta, pollos, yerbas medicinales, etc. En atención a estas observaciones en la Sesión efectuada el 10 de Agosto se decidió autorizar al Síndico para que construyera una enramada techada “para que sirva de alojamiento también provisional, a los vendedores que vengan de lugares lejanos y no tengan donde alojarse”. 

6-Los trabajos de limpieza y adecuación del terreno donde se levantaba el Mercado, despertaron enseguida el interés y entusiasmo de la población de Barahona. En este tenor, el Sr. Mauricio González Vicepresidente del Cabildo, informó que en su condición de Presidente interino por ausencia del Titular, puso un telegrama al Presidente de la República en los términos siguientes:
“Este Ayuntamiento traduce el entusiasmo y el alborozo que experimenta la comunidad de Barahona, con motivo del inicio de la importante obra del Mercado Moderno de esta ciudad, dando muestras reiteradas de su gratitud al insigne Benefactor…..”

7-En su Sesión del 20 de Agosto de 1943 la Sala Capitular tuvo conocimiento de la comunicación No. 17229, del 18 de ese mes y año, suscrita por el Secretario de Interior, mediante la cual envía al Ayuntamiento un paquete con 104 Bonos por valor de $500 cada uno, que forman la emisión que corresponde al empréstito de $52,000.00 autorizados para la construcción del Mercado. Dichos Bonos debían ser debidamente firmados y registrados conforme a los procedimientos establecidos. En el oficio se instruía al Cabildo informar de inmediato a la Sucursal de  Banco de Reservas de la ciudad de Barahona, a los fines de que el Ayuntamiento reciba oportunamente los recursos. 

8-El Sr. Síndico aprovechó esta reunión para informar  que ya se trabajaba en los cimientos para la edificación del mercado. Abundó que frente a rumores de que la arena empleada en la obra no era de calidad, indagó en el terreno y en coordinación con el Ing Desangles-de la Oficina de Obras Públicas-se determinó que la misma era de calidad adecuada y que ésta era extraída en Uvilla, en el mismo lugar donde el Ingenio Barahona sacaba la que empleaba en sus obras. 

9-Más adelante el síndico manifestó que el Lic. Polibio Díaz, animado en cooperar con la obra del Cabildo, estaba estudiando la Ley de Empréstitos Municipales pues consideraba que de acuerdo a dicha Ley, debía publicarse en los periódicos un aviso informando sobre la venta de los Bonos del Mercado. El Ejecutivo municipal era partidario de que dicha cuestión fuera consultada al Sr Secretario de Interior, para los fines de rigor. La Sala Aprobó esta idea y el 21 de Agosto se le envió al Secretario un Borrador del Aviso, elaborado por el Lic. Díaz. 

10-En la Sesión del Cabildo del 24 de Agosto, el Síndico propuso que se modificara el presupuesto vigente del 1943, para incluir los ingresos producto del préstamo para el Mercado y que se incluyeran también los egresos por concepto de intereses a pagarse en lo que restaba del año, en base a arbitrios ya especializados para ese propósito. Para dichas operaciones, proponía la asignación de los fondos respectivos en las cuentas correspondientes.

11-En su reunión del día 27 de Agosto el Cabildo tuvo conocimiento de una propuesta del Banco de Reservas de Adquirir la totalidad de los Bonos, lo cual fue aceptado por la Sala Capitular. El Banco recomendaba que el Ayuntamiento diera cumplimiento a lo relacionado con la publicación, de forma que en el plazo establecido por la Ley todos los interesados pudieran realizar compra de dichos documentos. De acuerdo a una información ulterior en otra Sesión municipal, el Síndico comunicó que dando cumplimiento a lo expresado por el Banco estatal, en los periódicos barahoneros El Momento y la Crónica de fecha 4 de Septiembre de 1943, aparecieron sendos avisos al respecto. 

12-En los meses siguientes de 1943, avanzaba la construcción del Mercado, bajo la estrecha observación del Ingeniero Supervisor de la obra, así como de las autoridades municipales. Cubicaciones y pagos se realizan con normalidad, por lo que nos encontramos que en fecha 4 de Enero de 1944, mediante Oficio No. 99,  el Director General de Obras públicas acusa recibo de la transferencia realizada por el Ayuntamiento barahonero,  por un monto de RD$15,000, para la continuación de los trabajos del Mercado. 

13-En su Sesión de fecha 7 de Enero de 1944 el Síndico informó que el Departamento de Obras Públicas había enviado un fotógrafo a tomar imágenes del Mercado y del Casino, ambas obras en construcción. Al mismo tiempo, aprovechó la ocasión para manifestar que en las casillas del Mercado no se estaban fijando argollas ni ganchos tan necesarios para colocar la carne; expresó que conversó al respecto con el Ingeniero-Contratista  el cual le manifestó que tal asunto no estaba contemplado en los planos ni tampoco se lo expresó el Departamento de Obras Públicas. Se decidió consultar al respecto a dicho Departamento, vía la  Secretaría de Estado de Interior y Policía.

14-Como parte de los labores de mejora del entorno al nuevo Mercado, se iniciaron los trabajos correspondientes en la calle Padre Billini.  Al respecto el Ayuntamiento había solicitado por las vías correspondientes que la Dirección de Ingeniería del Gobierno le prestara un camión volteo, el cual al recibirse no estaba en buenas condiciones. Dicha dependencia también instruyó a su  Encargado en Barahona, asistir el Cabildo en estas tareas. 

15-El citado camión-además de problemas mecánicos-tenía las gomas en pésimas condiciones, lo que le fue comunicado al enlace designado por la Dirección de Obras Públicas local, Sr Ventura, al momento que éste le presentó una factura al Ayuntamiento por concepto de combustible y pago del chofer del vehículo. El Cabildo al aceptar los valores solicitados decidió en su Sesión del 18 de Enero de 1944 expresarle a Ventura que debido a los percances del camión “apenas se usa la mitad de la capacidad……lo cual es desfavorable para los fines de terminación de la obra para las fiestas del Centenario”, motivo por el cual reclama su reparación o reemplazo por otro que estuviera en mejores condiciones. Para colmo a principios del mes de Febrero, el destartalado camión rompió el cigüeñal, sin posibilidad de reemplazo pues en Barahona no había disponibilidad de esta pieza. 

16-El 28 de Enero los munícipes aprobaron la compra de dos grandes banderas “de la mejor  calidad”, una de las cuales sería colocada en el Palacio Municipal y la otra engalanaría el nuevo Mercado Municipal, en ocasión del Primer Centenario de la República. 

17-Reunida la Sala Capitular el 31 de Enero de 1944 se dio lectura al  Oficio No. 2419 del 27 de Enero del dicho año de la Secretaría de Estado de Interior y Policía, en torno a la consulta sobre la falta de ganchos en las casetas del mercado en construcción para la colocación de la carne a ser vendida al público. A tales efectos, el Ingeniero Jefe de Diseño de esa dependencia era de opinión que el Contratista debe disponer la colocación de una pieza de madera en cada caseta de carne, de la cual han de colgarse los ganchos. La Sala resolvió endosar esta opinión y tramitársela al encargado de la obra, Sr. Rosendo Álvarez. Sin embargo, más adelante en otra reunión del Cabildo-celebrada el 11 de Febrero-el Regidor Dr. Narciso Suberví sugirió la colocación de una tubería para colocar la carne, en lugar de la pieza de madera,  por considerarlo “más higiénico y más en consonancia con el mérito de la obra”. Se utilizaron los servicios del Contratista para que a nombre del Ayuntamiento comprara en la ciudad capital, entre 125 y 150 pies de tubería gruesa para ubicar los ganchos donde colocar la carne en las casillas.
 
18-En su Sesión del 4 de Febrero de 1944 la Sala Capitular decidió confeccionar una tarja conmemorativa de bronce con motivo de la inauguración del Mercado nuevo el 27 de Febrero. Se decidió notificar la acción al Secretario de Interior y Policía. Por telegrama ese funcionario informó a la Sala que la empresa fundidora realizaría la tarja a un costo de $45 y que la misma estaría lista para el 21 de Febrero en curso. Exhortaba al Cabildo confeccionar el cheque correspondiente. 

19-El 11 de Febrero de 1944 el Cabildo solicitó la autorización a Interior y Policía para votar la suma de $300, para cubrir los gastos de  la inauguración del Mercado municipal. El Síndico fue instruido por la Sala Capitular para que dispusiera la ornamentación que fuera necesaria para la inauguración del nuevo Mercado. 

20-En el marco de los trabajos de hermoseamiento del entorno al mercado, el 18 de Febrero de 1944 la Sala Capitular barahonera da lectura a una carta fechada ese mismo día, firmada por los señores Eladio Romero Matos, Valentín Montedeoca, José de Js. Altuna y Rómulo Ortiz, mediante la cual se oponen a que en la entonces calle Presidente Trujillo [hoy 30 de Mayo], se construyera un Andén de concreto en el medio de esta vía, con el propósito de sembrar árboles-que a su juicio-perjudicarían esa naciente arteria comercial. Apuntaban que por las condiciones rocosas del suelo resultaría difícil levantar árboles y que significaría un costo permanente su sostenimiento, además de que no aportaba nada al ornato de la ciudad, “sino más bien la creación de un sitio de atracción de personas que aprovecharán la noche para ejercer actos pocos honestos”,  en una de las vías principales de la ciudad y frente a las casas de las familias que residen en ese Sector. A tales efectos, solicitan al Ayuntamiento reconsiderar el antedicho proyecto, en beneficio del propio Cabildo, del pueblo y del comercio. A este respecto, el Cabildo decidió que contemplaría realizar hacer ciertas modificaciones, las que oportunamente comunicaría a los peticionarios. 

21-En su Sesión de fecha 22 de Febrero los munícipes dieron lectura a una comunicación del Sr. Gobernador que expresaba que dentro del Programa Oficial de Actos conmemorativos del Centenario, estaba incluida una Feria Provincial Agropecuaria, Industrial y Artística a ser montada en el las instalaciones del nuevo Mercado, evento que dicho funcionario esperaba que se efectuara con todo el esplendor. Al responderle positivamente a dicho funcionario, el Cabildo de manera expresa le manifestó que el ingreso y colocación de animales “de cualquier índole”, en los alrededores de la instalación, estaba terminantemente prohibido. 

Mediante carta, la Cámara de Comercio local solicitó al Ayuntamiento (y le fue concedida) la Banda de Música para el día 28 de Febrero, fecha de apertura de la Feria.   

22-La Exposición que sería inaugurada el citado día 28 a las 9 de la mañana, mostraría la pujanza de los sectores productivos de Barahona y se otorgarían premios a quienes presentaran los  mejores artículos industriales, mineros, agrícolas y ejemplares de crianza. Los premios serían: 

-10 sementales bovinos donados por la Presidencia de la República
-2 Garañones (burro o caballo semental), donados por la Secretaría de Estado de Agricultura
-3 Sillas de montar, donadas por la Camara de Comercio de Barahona
-2 premios de $15.00 c/u, donados por la Curacao Trading Company
-2 premios de $10.00 c/u donados por varios comerciantes
-6 premios de $5.00 c/u donados por el Sr. Antonio Mota
-12 lotes de implementos agrícolas con un hacha, un pico y un machete c/u.
-24 lotes de implementos agrícolas surtidos 6 frenos completos
-24 colines
-6 hachas
-84  piedras de amolar
Los Jurados de las diferentes ramas, fueron los siguientes:
Agricultura: Jacobo J. Lama, José Cavallo y José Cavallo hijo.
Ganadería: José E. Larrauri, B. Toral y Rómulo Ortiz.
Industria y Artes: Francisco Constanza, José E. Vásquez y Juan A. Osorio Gómez.

23-En esta larga reunión de los Ejecutivos municipales, el Sr Síndico comunicó que se estaba trabajando en el canal de desague por la calle Colón  para tirar al mar las aguas residuales del mercado. El túnel tendría 850 piés de largo y un ancho que ofrezca capacidad suficiente para su limpieza en caso de obstrucciones.  Originalmente se pensó colocar una tubería por la hoy calle 30 de Mayo e interconectarla con un canal de agua pluvial que pasaba cerca de la casa de la familia Suberví. A partir de las especificaciones establecidas por el Cabildo, vía el Secretario de Interior se solicitó al Departamento de Obras Públicas los planos y presupuestos de la supraindicada obra, indicándole además la urgencia del asunto, puesto que el 1ro de Abril se contemplaba abrir el Mercado al público. La Sala Capitular decidió hacer una transferencia de $2,000, ante la urgencia de que esta importante infraestructura estuviera lista cuanto antes. 

24-En fecha 24 de Marzo el Cabildo decidió contratar al Sr. José Linares para la construcción del túnel de desague. Los trabajos comprendían realizar la obra en mampostería, contratapa de concreto, empañetamiento a razón de $1.50 el metro lineal. Por la urgencia de que en breve se inauguraría  el Mercado, casi de inmediato se inició la construcción. 

25-A invitación del Ing Báez la Sala Capitular en pleno, constituida en Comisión Municipal para observar en el terreno la edificación ya recibida por el Síndico, percatándose los presentes que tanto en el piso interior, como en la acera exterior habían muchas rajaduras de origen desconocido, pero que acusaban un desperfecto en la obra. Sobre este punto reclamaron al Ing. Báez, el cual expresó que también las había notado y que realizó ciertas pruebas tratando de determinar el origen del problema. En ese tenor los Ediles barahoneros expresaron  ante el Ing Báez y el Contratista Rosendo Álvarez, que el Ayuntamiento frente a tales percances “no tendría justificación para hacer egresos para reparaciones en un futuro cercano, sobre esa obra que acaba de recibirse”. En adición, anotaron que se observaban ciertas humedades en los techos de los edificios de las equinas. El Ing. Báez era partidario de que el Contratista dejara en poder del Ayuntamiento una suma que represente el 50% del valor del piso y que el constructor retornara luego que el Departamento de obras Públicas se pronunciara al respecto. El Secretario de Interior sería notificado de la situación. 

26-El moderno Mercado fue inaugurado a las 3 de la tarde del 27 de Febrero de 1944, dentro de los actos oficiales con motivo del Centenario de la Independencia de la Republica. El lugar estaba ricamente engalanado con banderines, serpentinas, globos y pancartas alusivas al centenario de la independencia nacional. Estaban presentes los distinguidos miembros de la Sala Capitular, el Gobernador provincial, los funcionarios de las dependencias gubernamentales, representantes del comercio, la banca, industria, la agropecuaria y miembros de la prensa local y público en general.  
El periódico LA NACIÓN en su edición correspondiente al 28 de Febrero de 1944, encabezó su página seis con un gran titular en los términos siguientes: 

Luego de la bendición del local, se pronunciaron varios discursos. Más adelante los presentes hicieron un recorrido por las instalaciones y recibieron las explicaciones correspondientes. Al final se detonaron fuegos artificiales.

V-OBSERVACIONES MUNICIPALES EN TERMINACIÓN DE LA OBRA
1-El Ayuntamiento reunido  el 24 de Marzo para tratar los problemas detectados en el Mercado, pasó lectura al Oficio No. 6802 de fecha 20 de Marzo de 1944 del Secretario de Interior, quien recomendaba que el Cabildo actuara conforme a lo expresado por el Ingeniero Jefe de Construcciones del Departamento de Obras Públicas, quien planteaba que debido a que el contratista Rosendo Álvarez tenía que realizar trabajos extras cuyo monto ascendía a $660, este valor debía retenerse como garantía,  y como la suma disponible pendiente ascendía a $729.80, Obras Públicas instruyó que el Ayuntamiento retenga la suma a gastarse en las reparaciones señaladas y solamente entregar al Contratista la suma de $69.80. 

2-En lo relativo a la corrección de las rajaduras en el piso de algunas partes del Mercado, en la Sesión del 31 de Marzo, la Sala conoció un reporte, donde una inspección del Síndico reveló que el Contratista de la obra-Sr Rosendo Alvárez-estaba corrigiendo las grietas más grandes, pero que estaba dejando otras más pequeñas. Asimismo, que el trabajo realizado no garantizaba la permanencia de dichas reparaciones. También que se estaban colocando parches aislados. Se acordó remitirle una copia con estas observaciones al Contratista, con Copia al Secretario de Interior y al Departamento de Obras Públicas, donde se les expondría que el Ayuntamiento no estaba conforme con la manera en que se estaban desarrollando estos trabajos. Al respecto el Secretario de Interior mediante el Telegrama 872 de fecha 4 de abril de 1944,  informaba que al día siguiente (5), viajaría a Barahona el Ing. Ramón Báez para realizar la inspección final de los trabajos del Mercado, para lo cual solicitaba la colaboración del Ayuntamiento.

3-El Cabildo, además señaló que era del criterio de que los pisos del Mercado debían ser reparados en su totalidad, puesto que venían presentando cada vez más creciente inestabilidad por las constantes rajaduras que se venían observando desde el día mismo de la entrega de la obra.

4-El Ing. Báez hizo el experticio de la obra, auxiliándose del expediente completo de la obra (planos, presupuesto, etc) y sobre el terreno, expresando que el Ayuntamiento tenía razón en sus observaciones en lo relacionado con los problemas de los pisos. Al mismo tiempo recomendó que se aparte siempre la suma de $660 para que pudiera corregirse que en el futuro pudiera presentarse. Se realizaron los balances y transferencias correspondientes, para asegurar que se preservara la suma de $660, luego de que se pagara el monto pendiente de pago del monto global final del contrato, ascendente a $52,206.33 

5-En torno a la observación del Ayuntamiento en cuanto al tamaño a las ventanas de las casillas del Mercado,  el Secretario de Interior expresó que debía realizarse sin modificar el presupuesto de la obra. Asimismo, en torno a la observación del Contratista de que la instalación eléctrica del Mercado no estaba contemplada en el presupuesto, el Cabildo era de opinión preliminar que  dicho trabajo estaba consignado con sus especificaciones técnicas y su presupuesto en el conjunto de documentos y planos elaborados por la Dirección General de Ingeniería. A tales efectos, la Corporación municipal aprobó solicitar la opinión correspondiente del alto funcionario. 

Todos los trabajos fueron al final concluidos a cabalidad por el Contratista y recibidos satisfactoriamente por el al Ayuntamiento Barahonero, luego de la aprobación correspondiente de los técnicos del Departamento de Obras Públicas. El Sr. Rosendo Álvarez trabajó por varios años en el Ingenio Barahona en el área de construcción de diferentes obras. En la ciudad capital levantó numerosas edificaciones de excelente diseño y calidad. Como dato curioso, podemos citar que toda la obra del mercado la realizó el Sr. Álvarez en siete meses (Agosto 1943-Febrero 1944), lo que refleja sus capacidades.

VI-PUESTA EN MARCHA DEL MERCADO
1-Con el propósito de que el Mercado entrara rápidamente en operación, las autoridades municipales en su Sesión del 29 de Febrero de 1944 iniciaron la construcción de ocho mesas de madera para ser colocadas en las casetas de  carnicería. De igual modo,  se aprobó de forma transitoria contratar al Sr.  Francisco Terrero (a) Pulé, como guardián del Mercado. También se dispuso solicitar al Secretario de Estado de Interior y Policía sus instrucciones con respecto a la elaboración del Pliego de Condiciones para el arrendamiento de las diferentes áreas.

2-En su Sesión del 10 de Marzo de 1944 el Cabildo dio lectura al oficio No. 5711 de fecha 7 de Marzo, mediante el cual el Secretario de Interior comunicaba que correspondía al Ayuntamiento barahonero elaborar el pliego de condiciones, salvaguardando los mejores intereses de la colectividad, recomendando además que el Cabildo debía “hacer un cuidadoso estudio sobre las posibilidades económicas que ofrece dicho establecimiento”, de forma que se asegure un beneficio positivo para la Corporación Edilicia, lo cual-plantea el funcionario-debe quedar consignado de manera expresa en el pliego de condiciones, cuyo texto debía ser sometido previamente a esa Secretaría para fines de aprobación La Sala dispuso que el Síndico y el Secretario del Ayuntamiento, elaboraran el borrador correspondiente y posteriormente ser analizado por el pleno, antes de remitirlo a Interior y Policía.

3-En Sesión celebrada el 21 de Marzo las autoridades municipales de Barahona revisaron el borrador del Pliego de Condiciones para fines de arrendamiento del Mercado, el cual luego las discusiones y propuestas correspondientes fué aprobado. En este encuentro la Sala acordó sacar del pliego los Departamentos y las casillas, para ser administrados directamente por el Cabildo. También se dispuso que el Síndico y el Secretario de elaboraran el texto de Reglamento para regir el funcionamiento del Mercado. De igual modo, se acordó fijar como precio de primera puja para arrendar el Mercado la suma de $3,500 por los nueve meses que faltaban para completar ese año. Todo esto sería sometido a la consideración del Secretario de Estado de Interior y Policía, para fines de validación. 

4-En aras de agilizar el proceso de apertura del Mercado, el pleno del Cabildo en su Sesión del 24 de Marzo 1944, pasó lectura y aprobó en todas sus partes al Reglamento que normaría la operatividad de la instalación comercial. El texto fue remitido a la Secretaría de Estado de Interior y Policía, para fines de su ratificación. 

5-La Sala Capitular el 12 de Abril de 1944 se conoció las observaciones del Secretario de Interior al Reglamento elaborado el por Cabildo barahonero, las que giraron principalmente en torno a los plazos de arrendamiento; la inclusión de un Transitorio para no subastar el mercado, sino otorgarlo Grado a Grado; dado que sería por plazo menor de un año; monto y plazo de multas y prisión que pueden aplicar los Ayuntamientos; claridad en los textos de los contratos como forma de preservar derechos de las partes, debido a que se trata de una cogestión. También  que los precios de los comestibles a ser vendidos, estarán sujetos al control correspondiente, una atribución propia del Cabildo. La Sala aprobó en todas sus partes dichas observaciones las cuales fueron incorporadas al Reglamento, el cual sería nuevamente remitido al Secretario, para los fines legales correspondientes. El 24 de Abril de 1944, el funcionario informó la aceptación del Reglamento  

6-En la Sesión de los Regidores del 12 de  Abril de 1944 se trató la respuesta que la Presidencia del Cabildo le envió al Secretario de Interior en torno a las estimaciones de ingresos que esperaba el Ayuntamiento en el lapso de nueve meses, respondiéndosele al funcionario que las mismas ascendería a $5,292, según los precios consignados en primeras pujas contempladas en el Reglamento del Mercado.

Ante la inminencia de la apertura del mercado, se dispuso la compra de seis balanzas que fueron colocadas en las casillas para pesar la carne. 

Debido a que en las dos primeras subastas no concurrieron licitantes, los Regidores estimaban que tendría que hacerse una reducción de hasta un 40% en el monto originalmente propuesto. De igual modo, dadas las circunstancias prevalecientes en el país y en la zona Sur,  el Cabildo era de criterio que resultaría más conveniente que las casillas del mercado fueran  otorgadas grado a grado, ante la dificultad de ser alquiladas en su totalidad, situación ésta a tomarse en cuenta en las estimaciones globales de ingreso con el Mercado y sus casillas operando. 

En Reunión Extraordinaria celebrada el 30 de Marzo de 1944 la Sala Capitular sesionó con el propósito de recibir las ofertas que hicieron las personas interesadas en arrendar el nuevo Mercado y también proceder a la subasta de las casillas exteriores de dicho Mercado y de los dos Departamentos que ocupan los extremos del edificio destinados a carnicería, situados en el interior de dicha instalación. 

Con respecto al mercado se recibieron estas propuestas de arrendamiento: 


Tomando en consideración que las ofertas presentadas para el período de arrendamiento de nueve meses, estaban por debajo de las previsiones de la Sala Capitular, el Organismo decidió notificar la situación a la Secretaría de Interior y Policía, para que se pronunciara al respecto.

Completado el proceso del Mercado, se pasó a subastar las casillas de carne y Departamentos externos del Mercado, comprobándose que sólo se presentó como licitador del ramo, el Sr. Bernardo Díaz, en representación del Sr. J. Joaquín Cocco, el cual estaba interesado en alquilar solo una. Se declaró desierta esta subasta, la cual se realizaría en una próxima reunión del Cabildo. Nuevamente el 4 de Abril, la Sala Capitular tuvo el mismo resultado. Se programó una tercera convocatoria y si persistía la situación, se procedería a estudiar la conveniencia de la venta grado a grado de este lote.

Los resultados de ese proceso dejaron mucho que desear para las autoridades municipales barahoneras, las cuales tenían importantes compromisos con la obra recién concluida.

Sin duda alguna, los montos presentados por los licitantes estaban vinculados con la situación imperante en el país pues a pesar de que durante la Segunda Guerra Mundial no colapsó la economía nacional, la falta de una serie de productos manufacturados, materias primas para la industria, fertilizantes y ciertos rubros importados, afectaba la diversidad de los productos que se vendían en el Mercado Municipal, concentrándose entonces el volumen de ventas en alimentos de origen agrícola, pecuario y manufacturas rurales.

Ante estos montos por debajo de las expectativas iniciales, el Secretario de Interior y Policía el 15 de Abril comunicó al Ayuntamiento que los valores cotizados por los licitantes eran inferiores a lo esperado y que de no obtenerse mejores precios, recomendaba que el Cabildo administrara directamente la instalación. A tales efectos, la Sala decidió dirigir una comunicación a los proponentes para que mejoraran sus ofertas. Con respecto a las casillas y otros departamentos del Mercado a ser asignados grado a grado, que también enviaran sus ofertas mejoradas. El Síndico fue autorizado para publicar en la prensa local, ambas convocatorias.

En su Sesión de fecha 22 de Abril de 1944  la Sala Capitular revisó las nuevas propuestas de los interesados en el arrendamiento del mercado, las cuales ascendieron a los siguientes montos: 

Al ser las proposiciones mejoradas, el Cabildo decidió contactar telefónicamente al Secretario de Interior y Policía con el propósito de éste impartiera sus instrucciones definitivas al respecto. 

De inmediato la Sala pasó a conocer las propuestas de alquiler de las casillas y departamentos del mercado. La casilla ubicada en la esquina que forman las calles José Trujillo Valdéz (hoy Luis del Monte) y Padre Billini, que contaba de tres puertas, su alquiler mensual fue cotizada por el Sr J. J. Cocco hijo, por un valor de $20. El Sr Afid Haché ofreció un monto de $21, siendo aceptada su oferta. Una casilla de una sola puerta ubicada a la izquierda de la entrada principal del mercado, fue arrendada al Sr Manolo Martínez, por la suma de $9 pesos mensuales. A ambos arrendatarios se le comunicaría que la forma de pago sería mensualidades adelantadas, por ante la Tesorería Municipal, conforme al reglamento correspondiente.

Los arrendatarios debían entrevistarse con el síndico para formalizar los arrendamientos, los cuales se aplicarían a partir del día de inicio de las operaciones del Mercado. La Sala decidió autorizar al Síndico a gestionar el arrendamiento de las casillas exteriores de tres puertas a $21 ó $20 mensuales. Igualmente para las casillas interiores en ambos extremos del edificio central, destinado a carnicerías. Las  casillas exteriores de una puerta, se arrendarían a $9 mensuales. Los departamentos interiores para el expendio de carne, pagarían $0.50 diario. 

En su Sesión del 28 de Abril de 1944, a propuesta del Sr. Síndico, la Sala Capitular decidió posponer el funcionamiento el mercado, hasta que se concluyeran los trabajos de construcción del canal de desague de las aguas residuales, los cuales avanzaban luego de la coordinación correspondiente con el Ingenio Barahona, debido a que la salida del canal pasaba por debajo de una vía férrea del central azucarero. Debido a unas lluvias que afectaron el trabajo del canal, el Ayuntamiento en una acción de justicia con el Sr José Linares, contratista de esta obra, dispuso aprobar aumentar el precio del metro lineal de la obra en $0.25, elevándolo de $1.50 a $1.75.

Como ya estaba lista la estructura principal del mercado, la Comisión Provincial del Consejo Nacional de la Tuberculosis solicitó al Cabildo que le fuera cedido el local para la realización el 29 de Abril de 1944 de una fiesta benéfica, lo que fue autorizado, aportando el Ayuntamiento las instalaciones eléctricas para iluminar la actividad.

Se confeccionó un sello gomígrafo que decía MERCADO PÚBLICO. También se gestionó un teléfono y se compró el  mobiliario y accesorios para instalar una oficina dentro del mercado. Los munícipes reunidos, acordaron que el 10 de Junio se iniciarían las operaciones del nuevo mercado y que desde el día anterior-9 de Junio-el viejo debía ser clausurado.

Se decidió nombrar el personal  que trabajaría en el mercado, creando los siguientes cargos:

-Administrador del Mercado     $50 mensuales
-Dos cobradores                             $15 c/u mensuales
-Dos Conserjes de limpieza       $5 c/u mensuales

También se acordó designar al Sr Miguel Camarena Mejía como Administrador del Provento, a su vez como Administrador de la instalación. Emilio Figuereo y Agripino Duval fueron nombrados como cobradores. Las señoras Medarda Matos y Gregoria Ramírez, se desempeñarían como Conserjes, encargadas de limpieza del mercado.

En la Sesión del 4 de Julio de 1944 la Sala Capitular dio lectura a la comunicación No 15486, de fecha 26 de Junio de ese año, donde el Secretario de Interior y Policía donde el funcionario considera elevada la remuneración del personal administrativo del Mercado, para lo cual argumenta que estaba por encima del personal de otros mercados públicos del país. En tal sentido recomienda los siguientes salarios mensuales: Administrador $40; Cobradores $10  y las conserjes encargadas de limpieza $5 cada una.

El Ayuntamiento barahonero acogió como válido el caso del sueldo del Administrador y las conserjes. Sin embargo, en lo relativo a los dos cobradores el parecer de la Sala Capitular era que ambos tenían una gran responsabilidad en el manejo del dinero, una jornada desde tempranas horas de la madrugada para evitar evasiones, además de trabajar  una parte extendida del fin de semana, los hacían acreedores del monto asignado. En adición, plantearon comunicarle su parecer al Secretario de Interior, expresándole que en Barahona cualquier peón devengaba $ 0.50 diario, que era precisamente el monto equivalente a devengar por los cobradores. A tales efectos, le rogaban la revisión y consideración del asunto, puesto que sería difícil encontrar personal capaz y diligente con una remuneración tan baja. 

En la Sesión del 9 de Junio de 1944 la Sala Capitular aprobó preparar un formulario que reportaría diariamente las operaciones del Administrador, donde se incluyera la cantidad de mesas ocupadas y el valor recaudado, así como otros detalles que pudieran ilustrar las autoridades municipales sobre el desenvolvimiento del Mercado. De igual modo, en este formulario debía colocarse la cantidad de casillas de venta de carne ocupadas y desocupadas, la suma recaudada del día, incluyendo la cantidad de kilos colocados para la venta y el volumen de carne que llega al Mercado. También las recaudaciones por concepto  del estacionamiento. El Administrador debía reportar además, los incidentes que ocurran y las deficiencias que se adviertan dentro de la jurisdicción de dicho mercado. 

El Mercado fue definitivamente abierto al público el 10 de Junio de 1944, iniciándose el proceso de cobro, el cual contaba con la supervisión directa del Sr Síndico. En función de las cobranzas el Ejecutivo municipal informó a la Sala Capitular el día 13 de ese mes de Junio, que la administración directa de dicho ramo, constituirá a un éxito, puesto que el primer día de operaciones se recaudaron $12.60; el segundo $13.80; el tercero $14.26 y el cuarto día $14.20, todo esto sin incluir el pago de las casillas, las cuales son pagadas mediante mensualidades adelantadas. Tampoco están contempladas las recaudaciones de las casillas de venta de carne y otros conceptos.

A sugerencia del Administrador del Mercado y tomando en consideración que varias de las casillas del interior de la plaza estaban vacías, se acordó permitir la instalación de tres fondas, para lo cual los arrendatarios debía cumplir las normas de sanitarias vigentes. De igual modo, las ventanas de algunas casillas estaban muy altas lo que dificultaba la visión de los clientes, por lo que se dispuso corregir estas anomalías, en interés de  que se alquilaran lo antes posible.


Los anteriores arrendatarios de las mesas y otros espacios del mercado viejo, solicitaron que fueran reconsiderados los precios de arrendamiento de las diferentes dependencias del nuevo Mercado que fueron aprobados el 31 de Marzo de 1944. Los vendedores argumentaban que dichos montos elevados combinados con la baja en la llegada de productos a la plaza, hacían insostenible su situación financiera.  Luego de las ponderaciones pertinentes, la Sala Capitular hizo rebajas a las diferentes partidas, a los fines de garantizar la sostenibilidad económica de la obra recién abierta.

La posición de los arrendatarios del mercado era válida, puesto que en el periódico barahonero EL MOMENTO de fecha 24 de Junio de 1944, reseña que gracias a la Junta Provincial de Alimentos, “ayudada eficazmente por el Ejército Nacional y la Policía Nacional”, están detallándose los plátanos en el Mercado Moderno a razón de 3 unidades por cinco centavos. En otra información el rotativo resaltaba la situación especulativa con este producto de primera necesidad.

Al terminar esta Primera entrega de la Serie “Breve historia del Mercado Público de Barahona”, sin duda alguna, uno queda impresionado de la enorme capacidad de trabajo y dedicación de un grupo de munícipes, trabajando 24/7 en favor del progreso y el desarrollo económico y social de Barahona.  La sinergia e identidad de propósitos para mejorar las condiciones de la ciudad, la solución de conflictos, el apoyo a la educación, la salud y la cultura, sin duda alguna resaltan el desempeño del Ayuntamiento como la locomotora que condujo la ciudad por sendas de progreso.

El celo y honestidad en el manejo de los recursos y la permanente vocación desarrollista de las diferentes cúpulas municipales, convirtieron el Cabildo en el principal mecanismo de respuesta de las justas demandas y reclamos de la población de Barahona.

FUENTES: Citadas.
Fotos: Pedro Vargas: Barahona, Homenaje Fotográfico
          Fototeca de Rosendo Álvarez III