Por Orlando Gil-Tomado de Listin Diario
MEDIA LA VERDAD.- El presidente Danilo Medina no puede quejarse. No pasó el examen de su discurso del 27 por parte de la oposición, pero tampoco la oposición superó la prueba de ese análisis. Uno se pasó de contento y narró tantas dichas que derramó la tinta, la otra fue superficial y mezquina. La verdad media entre ambos. Si los números del mandatario son verdaderos, hizo bien en decirlos, y de seguro que con números propios no podrán desmentirlo. Los oponentes no usaron estadísticas, sino que se aprovecharon de la percepción y del temperamento del dominicano que hace mejor de crítico que valido.
El hecho político es lo que importa, y políticamente salió del trance, y los partidos se olvidaron de la rendición de cuentas y volvieron a sus antiguas diligencias. Incluso extraña que a pesar de andar juntos, con la pieza del Día de la Independencia cada cual se fue por su lado. Y tareas comunes, las leyes de Partido y Régimen Electoral, pero no la valoración de un año de gobierno. Esa actitud explica muchas cosas y permite a las máximas autoridades navegar en aguas tranquilas, sin golpes de agua que se levanten y dificulten el discurrir de la administración. Además de que transcurrida la fecha, no se produce un relanzamiento de la oposición, más decidida y combativa, sino que aumenta la competencia con la formación de un nuevo movimiento político...