sábado, 31 de marzo de 2018

RUTINA INENTENDIBLE! Policía de Barahona, cambios de comandantes, violencia, criminalidad, actos delincuenciales y causas imperantes a las que realmente se deben enfrentar

Por Mayobanex De Jesús Laurens…Estilo Bloguero/Twittero
BARAHONA.-De nuevo el director general de la Policía Nacional realiza cambio de director en la Dirección Regional Sur (DRS) de esa institución, con asiento en esta ciudad. Se llevaron a un general que estaba realizando una extraordinaria labor, dentro de las limitaciones con la que cuenta esa dependencia en esta provincia y la región, pero los constantes hechos y denuncias sobre violencia y actos delincuenciales, realizados por desaprensivos, fueron más que su trabajo desarrollado en favor de la población.


El General Orlando M. Pichardo Reynoso ha sido trasladado de la DRS P.N., ocupando su puesto el también General Virgilio Pacheco Garabito, quien de inmediato ha sido estrenado con un hecho violento entre bandas rivales en el sector de Villa Estela, en donde murió un ciudadano que estaba sentado en una mecedora en su casa, según ha trascendido, siendo alcanzado por el disparo que el cegó la vida.

Así ha venido sucediendo a lo largo de la historia de la Policía en Barahona. Ante los continuos robos, asaltos, muertes violentas y otras fechorías realizadas por delincuentes, el jefe de esa institución dispone de cambios y se lleva al director regional sur para poner otro a continuar la rutina de trabajo, sin promover cambios estructurales e integrales que contribuyan a mejorar esa dependencia policial en esta provincia y la región Enriquillo.

Es que no basta con cambio de hombre. Se requiere cambiar todo, de arriba abajo. Modernizarla, equiparla, introducir nuevos rostros más comprometidos con la gestión. Con más agentes y cuarteles policiales en los barrios y sistema de incentivos por labor ejemplar, entre otros aspectos.

Pero lo fundamental es que se estudien y actúen sobre las causas reales de la delincuencia y criminalidad en Barahona y la región. Mientras esas raíces estén latentes, no habrá forma de disminuirlas, por el contrario se incrementarán.

Hemos escrito en varias ocasiones, desde hace ya varios años, sobre la delincuencia, violencia y criminalidad en Barahona, señalando las causas que las vienen ocasionando. Estas son: la falta de oportunidades de empleos en los jóvenes; el micro-tráfico y tráfico de drogas, que genera una dependencia viciosa en la cual se requiere dinero diario para comprar estupefacientes; delincuentes que han cumplido condenas en Estados Unidos y otros países y han llegado a esta nación a establecerse, conformando organizaciones mafiosas a todos los niveles.

También: agentes policiales y militares acostumbrados a cobrar peajes para encubrir a delincuentes y dotar malhechores de influencias; las bondades de un Código Procesal Penal que da espacios a para que los delincuentes estén pronto en las calles de nuevo; un sistema corrupto a todos los niveles, enclavado por decenas de años, en el que todo el mundo quiere lograr rápida fortuna a cualquier precio.
Además: los continuos apagones nocturnos, que son un incentivo para que los desaprensivos hagan de las suyas; y las carencias de cuarteles barriales, sumado éstos a la necesidad de más agentes policiales, a lo que se agrega el requerimiento de mejor equipamiento, capacitación y entrenamiento de avanzada para enfrentar esos males que hemos enumerado.

Las consecuencias directas de las causas que hemos enumerado las vemos a diario: asaltos, atracos, robos, muertes, tráfico y micro-tráfico de drogas que conlleva delitos y hechos sangrientos, entre otras.

Vemos como nuestras autoridades policiales y militares son rápido ante acciones que impactan la sociedad, mientras se adormecen en otros hechos que mueren en el olvido. Una vez los delincuentes son apresados y sometidos a la justicia, hasta ahí llegó, pues en muchos de los casos se carece de las pruebas contundentes que puedan garantizar penas de muchos años en las cárceles, de conformidad con las normativas de nuestro código procesal penal vigente.

La verdad es que se requiere de un plan contundente contra la violencia, la delincuencia, criminalidad y el raterismo en la República Dominicana. Un plan integral, innovador, de seguimiento diario, el cual contemple los orígenes, causas, consecuencias, acciones, financiamiento oportuno, incentivos a los agentes y reingeniería para reinsertar los presos a la sociedad cuando cumplan condenas.

El plan integral debe unir: FFAA, PN, Gobernación, Alcaldías, legisladores, Ministerio Público, Jueces de las cortes, representantes de la sociedad civil en sus instituciones gremiales, universidades, juntas de vecinos, iglesias, medios de comunicaciones, asociaciones de comerciantes y empresarios, líderes políticos y personalidades representativas.

La delincuencia no se va a poder enfrentar con éxito atentos a uno o dos organismos de acción. Se requiere la integración de todos, con un verdadero plan integral de seguimiento, diario, semanal y mensual, revisable, en el que se analicen logros, desviaciones, debilidades, fortalezas, las oportunidades y las amenazas del mismo.

Es un asunto que requiere de muchos recursos para el mismo, pero se hace imperativo plasmarlo en el presupuesto y ponerlo en ejecución cuanto antes.