Crítica de la película clásica «Julio César» (1953).
Por Mario Delgado Barrio/Tomado de Nosolocine.net
juliocesarmancartelFicha técnica.- Título original: “Julius Caesar”. Año: 1953. Duración: 120 minutos. Producción: MGM. Guión: Joseph L. Mankiewicz según la obra de William Shakespeare. Fotografía: Joseph Ruttemberg. Música: Miklós Rozsa. Dirección: Joseph L. Mankiewicz. Intérpretes: Marlon Brando (Marco Antonio), Louis Calhern (Julio Cesar), James Mason (Bruto), Deborah Kerr (Portia), Greer Garson (Calpurnia), John Gielgud (Cassius), Edmund O`Brien (Casca), Alan Napier (Cicerón).
Argumento.- Fiel adaptación de la obra de Shakespeare, sobre el asesinato de Julio Cesar en Marzo del año 44 antes de Cristo.
Antecedentes históricos.- Tras una guerra civil que duró cuatro años, Julio Cesar victorioso frente a Pompeyo, volvió a Roma en Julio del año 46 a. C, siendo nombrado por el Senado dictador con plenos poderes y el 15 de Marzo del año 44 a. C, Julio Cesar acudió al Senado sin protección alguna y allí fue asesinado con 23 puñaladas en su cuerpo. Octavio, Marco Antonio y Lepido formaron entonces el Segundo Triunvirato dedicándose a perseguir a los asesinos de Cesar que fueron todos ajusticiados durante los tres años siguientes.
Comentario.- Obra maestra de Mankiewicz, autor además del guión, que recrea espléndidamente la época romana de los años 40 a. C, cuando Julio Cesar – vencedor en Las Galias – se convierte en dictador concentrando en su persona todos los poderes y en consecuencia la República Romana desaparece. La muerte de Cesar se justifica como una razón de estado, puesto que los instigadores del asesinato, Bruto y Casio, son dos nobles romanos defensores de las libertades republicanas. Mankiewicz critica los regímenes autoritarios y convierte la obra teatral de Shakespeare en cine puro, con un estudio exhaustivo de sus personajes realmente atormentados: Bruto es un hombre integro y honesto, Casio representa la envidia y el resentimiento, Marco Antonio la ambigüedad y la falsedad y Julio Cesar es el símbolo del poder y la autoridad y mediante unos brillantes diálogos el film es además un estudio sobre las pasiones humanas que se mueven alrededor del poder: la ambición, la envidia, los celos, las rivalidades, la vanidad y la codicia, con un claro mensaje sobre quien realmente se preocupó de su nación y quien por el poder a toda costa.
Hay que destacar primero el discurso de Bruto, en el que con un lenguaje sabiamente estudiado transmite un mensaje sincero de preocupación por el estado del país y en contraposición el discurso de Marco Antonio adulador al principio para preparar a la audiencia y llevarla finalmente mediante una clara manipulación al fin que desea: la guerra para aniquilar a sus rivales. Claros ejemplos ambos de que fácil puede ser el manejar a las masas.
Extraordinaria fotografía de Joseph Ruttemberg y una preciosa banda sonora del gran Miklós Rozsa todo se completa con unos inolvidables y geniales intérpretes aunque es de justicia destacar a Marlon Brando, un gran Marco Antonio, Louis Calhern especialista en Shakespeare como Julio Cesar y un maravilloso James Mason en el papel del atormentado Bruto que duda entre su amor a Julio Cesar y su amor por su país, reflejando perfectamente en su rostro su sufrimiento interior, sin olvidarnos de las bellas Deborah Kerr y Greer Garson que bordan sus pequeños papeles ¡HONOR Y GLORIA ETERNOS PARA TODOS ELLOS!.
Anecdotario.- Julio Cesar ganó el Oscar de mejor dirección artística y estuvo nominada a los de película, actor Marlon Brando, banda sonora, y fotografía en blanco y negro y tuvo la mala suerte de tener que competir con “De aquí a la eternidad” y “Vacaciones en Roma” que fueron nominadas cada una en 13 apartados, ganando 8 la primera y 3 la segunda. James Mason fue un grandísimo actor al que no se le ha dado la importancia que merece, elegante como buen británico, se declaró objetor de conciencia en la Segunda Guerra Mundial por lo que su familia rompió sus relaciones con él, tuvo una larga carrera de 50 años y estuvo nominado al Oscar en 1954 por “Ha nacido una estrella”, de George Cukor, en 1966 por “La soltera retozona”, de Silvio Narizzano y en 1982 por “Veredicto final”, de Sídney Lumet. Louis Calhern otro gran actor nominado en 1950 por “El magnífico yanqui”, de John Sturges, murió durante el rodaje de “La casa de té de la luna de Agosto”. John Gielgud, otro gran actor británico durante 75 años, ganó el Oscar secundario en 1981 por “Arthur, el soltero de oro”, de Steve Gordon y fue nominado en 1964 por “Becket”, de Peter Grenville. Deborah Kerr fue una de las actrices más elegantes de la historia del cine y puede ser considerada como una perdedora de Hollywood pues fue nominada al Oscar seis veces y nunca lo ganó y como compensación en 1993 se le concedió el Oscar de Honor. Greer Garson, mítica actriz irlandesa, educada en Inglaterra y Francia, estuvo nominada al Oscar en siete ocasiones y lo ganó en 1942 por “La señora Miniver” y como curiosidad hay que decir que el discurso que pronunció en la entrega de premios fue tan largo que para los años futuros la Academia limitó el tiempo de duración de los mismos y también curiosamente se casó con Richard Ney que había interpretado el papel de hijo suyo en “La señora Miniver”.