Tito Prats, presidente de la
asociación de bares y restaurantes de Naco y Piantini.
SANTO DOMINGO.- El presidente de la asociación de bares y restaurantes de Naco y Piantini, Tito Prats, manifestó que un 60 a 70 por ciento de los comercios gastronómicos que desean volver abrir sus puertas están en quiebra debido al paro de la denominada economía naranja, al tiempo de indicar que el avance de la gastronomía local de los últimos 25 años podría perderse si el Gobierno no va en su auxilio.
“Me atrevo a decir que de los que
todavía sueñan con abrir un 60 a 70 por ciento están quebrados, si no consiguen
algún tipo de financiamiento especial va a ser muy difícil volver a repuntar,
porque son muchos atrasos, cuando podamos abrir de nuevo ya la economía va a
estar dolida y el flujo de clientes no va a ser igual”, sostuvo.
Prats emitió sus declaraciones
durante una entrevista realizada por los comunicadores Mariano Abreu, Edward
Ramírez y Edwin Martínez, en el programa “Enfrentados”, el cual se transmite
por la plataforma digital de El Nuevo Diario TV.
(Ver entrevista a partir de la hora
1:17:13).
En ese orden, Prats indicó que han
estado realizando propuestas al Gobierno dominicano para que vayan en auxilio
del sector gastronómico del país.
“Se han hecho propuestas,
definitivamente el Estado tendrá que venir al socorro del sector cuando podamos
abrir, ahí viene la vacuna que nos brinda un poquito de esperanza, pero la
situación es urgente, y no podemos esperar que vacunen a la población para
poder abrir, porque al final será mucho más caro el rescate”, enfatizó.
“La gastronomía dominicana ha tenido
un repunte en los últimos 25 años increíble, la gastronomía dominicana cambió y
puso a nuestro país en un sitio importante en el Caribe, qué sucede que lo
vamos a perder, lo estamos perdiendo, y el país no se puede dar el lujo de
perder eso”, agregó.
“La economía naranja está parada,
está en cero, todos estamos sufriendo la crisis porque estamos parados. De este
sector dependen muchísimas familias y no ha sido nada fácil”, dijo.
Igualmente, subrayó que en el
momento en que volvieron a ver la luz entonces se decidió cerrar todo tipo de
actividades de estos comercios, lo cual provocó que empeorara la situación.
“Durante el tiempo que nos abrieron
durante cuatro meses, ha sido muy duro, porque en esta zona no se aglomera
mucha gente en los bares, aunque sí hay dos o tres locales que no fueron muy
responsables y estamos pagando todos por ello”, resaltó Prats.
En ese sentido, dijo que la medida
del toque de queda no es factible debido a que cierran por muchas horas, y el
tiempo disponible para resolver cualquier tipo de situaciones provoca
aglomeraciones de personas lo cual es muy factible para que se transmita el virus.
“Cómo mantenemos un distanciamiento
social si apenas tenemos tres o cuatro horas para hacer diligencias, es
complicado el tema casi filosófico”, agregó.
Aspecto financiero
Prats dijo que muchos de los
negocios afectados tienen problemas financieros ya que poseen préstamos, líneas
de créditos, tarjetas de crédito, pagan renta, servicio de luz, pago de
empleados que no están en el Fondo de Asistencia Social del Empleado (FASE),
asegurando que dichos gastos se mantienen igual.
“En el primer toque de queda los
bancos pausaron por tres meses, tuvimos tres meses de responsabilidad
financiera parada, pero ahora no sucedió igual, ahora cerraron y los bancos
siguen cobrando”, aseveró Prats.
Al referirse al tema de cuántos
comercios de este tipo van a cerrar en el país, el presidente de la asociación
de bares y restaurantes aseguró que unos cuantos van a cerrar debido a la
situación.