El individualismo comercial y empresarial es el que prima en nuestra zona, cada cual por su lado emprendiendo proyectos que los llevan a vivir cansados con ganancias moderadas.
Los elementos disociativos, característicos de nuestro entorno, están permitiendo que grupos foráneos roben las iniciativas y comiencen a instalarse en Barahona, apropiándose de las oportunidades que deben ir a los del patio.
Cuando se crea un grupo empresarial, se conforma una compañía bien estructurada en términos legales, con un sistema integrado de procesos de controles internos y auditoría, con un personal entrenado, capacitado, y un departamento de recursos humanos diseñado de conformidad con los estándares requeridos.
Las inversiones de capitales estarían basamentadas en estudios de factibilidad, considerando las características y potencialidades de nuestra zona, el tiempo de retorno del dinero invertido y las posibilidades de que las empresas creadas puedan ser competitivas en mercados locales e internacionales.
Utopía o quimera, como se quiera ver la idea que estamos exponiendo, pero si no se produce una fusión de intereses económicos de nuestros empresarios y comerciantes, otros vendrán a ocupar el espacio que les estamos dejando.