domingo, 28 de septiembre de 2025

EL CIRCULO vicioso del déficit fiscal y la deuda pública

Por Jairon Severino   25 September, 2025
El Gobierno no puede dejar de gastar. Es más, lo que debe hacer es aumentar el gasto público. ¿El problema? No hay de dónde ni cómo generar más ingresos que no sea mediante el endeudamiento público.

Ha sido imposible aprobar una reforma fiscal que dé algo de holgura a las autoridades y así mejorar las cuentas fiscales, es decir, las finanzas públicas. El Estado debe ser eficiente. La eficiencia se trata, en este caso, de gastar lo que se debe en los sectores indicados para obtener los mejores resultados en cuanto a una repuesta de la economía acorde a nuestras expectativas. El objetivo debe ser lograr una mejoría en la calidad de vida de los ciudadanos dominicanos.

En este escenario hay un círculo vicioso. Por un lado, es necesario gastar más y por otro no hay de dónde. La población demanda más y mejores servicios públicos, pero, al mismo tiempo, está agobiada porque siente que la carga impositiva es alta, a pesar de que no llega ni siquiera al 15% del producto interno bruto (PIB), lo cual contradice toda regla del desarrollo.

Si bien es necesario aumentar el gasto, lo lógico es que sea para mejorar y con transparencia. Gastar más sí, pero con calidad. En términos nominales (y reales) estamos gastando más, pero los resultados no han sido los esperados. Sólo hay que ver lo que ha sucedido con la educación, la salud, seguridad pública, infraestructura de comunicación terrestre, sector eléctrico, medio ambiente y otros sectores cuyo desempeño dejan mucho que desear.

Mientras la población pide más y mejores servicios, en un entorno hostil para mejorar las cuentas fiscales, el Gobierno se ve en la obligación de acudir al financiamiento para cubrir el déficit, el cual ronda los RD$320,000 millones cuando se suman las aplicaciones financieras.

Hay un círculo vicioso porque el déficit público no para de crecer en la medida en que también lo hace la deuda pública, aunque, por suerte, nuestra capacidad de pagos aún no está comprometida. Pero ojo: en algún momento algo habrá que hacer para evitar lo peor, que sería un default o incapacidad para honrar nuestros compromisos financieros. Por suerte, si esto es lo que es, hemos mejorado nuestra calificación de riesgo, lo cual nos debe ubicar en una posición cómoda para mejores tasas y plazas al momento de acudir a los mercados internacionales.

Pero no debe ser así. Es importante tener abiertos los canales financieros, pero más importante aún sería encarar la debilidad de no haber podido encontrar una fórmula que logre poner de acuerdo con los que toman decisiones respecto a la cuota de sacrificio necesaria para alcanzar un proyecto de reforma fiscal que apoye el desarrollo real del país.

En definitiva, estamos compelidos a lograr una mejora en las cuentas públicas para salir de este círculo vicioso. Algo hay que hacer con los subsidios casi en grado superlativo y nivel prosaico que estamos dando. Estamos subsidiando todo y a todos. Esto es un barril sin fondo y además recursos improductivos. Hay que parar.