¿Ha iniciado el principio del fin del danilismo en el PLD?
Por Robert Vargas/Tomado de Ciudad Oriental
Quizás un par de horas después de que
terminó la plenaria del Octavo Congreso Norge Botello del PLD recibí una
llamada de uno de aquellos que una vez fue un fervoroso y entusiasta
danilista para comentarme de cómo todas las posiciones del danilismo
fueron aplastadas por la mayoría de los participantes en la cita del
pabellón de voleibol del Centro Olímpico Juan pablo Duarte.
-"No fue que las posiciones de los
danilistas fueron vencidas, no señor, fuimos humillados. Las posiciones
de los leonelistas tuvieron màs acogida", me comentó.
Agregó que "hasta a Leonel (Fernández) lo aplaudieron mucho màs que a Danilo (Medina)".
Si estas expresiones me las hubiera
dicho un leonelista, yo no le habría prestado mayor atención, pero no
fue así. Era uno de los más entusiastas danilistas que he conocido quien
me hacía el comentario.
Entonces he entendido que el danilismo,
otrora poderoso, parece que ha comenzado a transitar el principio del
fin de su corto recorrido.
Danilo Medina, y no otra persona, da la
sensación de que es el mayor, cuando no el único responsable de la
debacle que tiende a afectar a su corriente.
Medina cometió el error de defraudar a
los suyos, a aquellos a quienes durante mucho tiempo les dijo que
ustedes son "de los míos".
El ahora presidente le dijo a muchos de
sus seguidores que hicieran compromisos contando con él, pero a la
aplastante mayoría les ha fallado.
Durante mucho tiempo, Danilo le dijo a
los suyos que él los conocía a todos por sus nombres, pero desde que
ganó las elecciones se olvidó de todos y se hizo acompañar de un grupo
de personas que no conocen a ninguno de aquellos que dejaron el pellejo
en el camino creyendo en su palabra.
Los viejos danilistas sienten que están en peor condición y situación que cuando Leonel Fernández era presidente.
Cuando Fernández estaba en el Palacio
Nacional, a los danilistas se les abrìan las puertas por todas partes;
ahora se las cierran todas.
Danilo Medina tiende a parecer un líder
que se va quedando solo; sus seguidores lo abandonan, no porque ellos
quieren hacerlo, sino porque él no les dio el calor y cariño que ellos
necesitaban y del que se consideraban merecedores.
Medina le ha abierto las puertas a
Leonel Fernández para que reafirme su liderazgo en el PLD muy por encima
del suyo, el que lanzó por la borda.
Su gobierno está apenas a medio camino y
lo sucedido en la plenaria del 8vo. Congreso Norge Botello muestra a
todos que sus fuerzas e influencias en el PLD están disminuidas.
Si quisiera convencer a quienes le
fueron fieles durante más de 15 años de que él sigue siendo el mismo de
antes de ser presidente, tendrá que buscarse un discurso en extremo
convincente, puesto que hasta los mismos que daban la vida por él, ya no
lo quieren y ven a Leonel como su tabla de salvación.
Brincar charquitos, sentarse en sillas
de guano y madera, abrazar a la viejita y llevar unos millones por aqui y
otros millones por allá, será bueno para su política de comunicación
hacia afuera del partido.
Pero no hacer lo que tenía que hacer
hacia adentro, cohesionando sus fuerzas, provoca que, más rápido de lo
que cualquiera se imaginaba, su liderazgo se diluya.
Si aún muchos lo seguirán,es porque le
quedan poco más de dos años de gobierno y algo de migajas podrían
esperar que les caiga desde la mesa.
Su error más grave fue rodearse de un
grupito selecto y olvidarse de aquellos que le sirvieron de soporte para
llevarlo al Palacio Nacional.
Aunque, a decir verdad, no hay porqué
asombrarse: ha sido el mismo Danilo quien ha dicho que solo le interesa
gobernar durante cuatro años.
Lo que nadie pensaba era que destruiría
tan rápido su propio equipo, el que ahora se siente avergonzado y
humillado por el trato que su lìder les ha dado.
Yo podré estar equivocado, pero la percepción que tengo es que el tiempo del fin del danilismo acaba de iniciar.