César Medina/Tomado de Listin Diario
No
hay que estar adentro y ni siquiera cerca para ver lo que ocurre en la
política dominicana: el PLD luce cercado y el gobierno hostigado,
acorralado, a la defensiva, recostado contra la pared, “atrapado y sin
salida”.
Ambos
--partido y gobierno--, se han dejado entrampar por una oposición
dispuesta a llevar su hostilidad al extremo, a pelear sucio, como el
tíguere del barrio, con mordidas, echando tierra y ceniza caliente en
los ojos y pateando la entrepiernas… …Mientras el PLD se solaza en su
indiferencia ante los aliados --viejos, nuevos y potenciales--, con una
tacañería proverbial que de nada le valdrá cuando lo echen del poder y
sus principales dirigentes sean acosados por el circo romano que quiere
ver sangre en la arena.
La
defensiva en que ha caído el gobierno ante la embestida de la oposición
preludia la campaña electoral que se avecina: al danilismo le interesa
más la imagen que el poder, como si ambas cosas fueran vinculantes y
dependieran una de la otra.
En su torpeza no alcanza a comprender que ahí radica la trampa opositora.
Identificada
la vulnerabilidad de Danilo y del gobierno en atención a la valoración
poco práctica que dan a su imagen, la oposición ha colocado a ambos a la
defensiva golpeándolos por donde más les duele… ¿…Y los estrategas de
campaña? ¿Los sabelotodo del gobierno? ¿Los magos del marketing
político?
¡Todo bien… Gracias!
Si alguna virtud le debo a la vida, es haberme colocado en el ojo del
huracán político desde que inició mi adolescencia… Por eso lo digo con
el mayor desenfado, con total franqueza, como si lo viera llegar: ¡el
triunfalismo vicioso puede llevar al PLD a la tumba! El principal activo
del peledeísmo ha sido siempre la confianza que desparrama entre
propios y extraños… Por eso ganó el poder en 1996; por eso lo perdió en
el 2000; por eso lo recuperó en 2004; por eso ha ganado cinco elecciones
consecutivas… …Y también por eso tumbaron a Bosch en el 63 para no
volver nunca más al poder: el factor confianza ha sido determinante
siempre en ese fenómeno político que vive entre nosotros desde hace más
de medio siglo.
Es
eso, precisamente, lo que vienen perdiendo aceleradamente el PLD y su
gobierno desde hace varios meses: la confianza en sí mismos, la
determinación para tomar medidas oportunas, su capacidad para concertar
adentro y gestionar afuera, la seguridad de saber que son los menos
malos…
¿Subestimar a Leonel…?
El peor negocio que pueden hacer Danilo y su gobierno es subestimar a
Leonel Fernández y creerse que sin él al PLD le contarán la misma
cantidad de votos. Esa sería una burrada antológica.
Tal
vez alguien está olvidando --¡Ojalá no sea Danilo!-- que Leonel ha sido
tres veces Presidente de la República, que ha sido un Presidente
extraordinario y que su arraigo político rebasa por mucho las propias
simpatías del PLD… De la misma forma en que el triunfalismo no debería
olvidar que la oposición se integra como bloque electoral que en el peor
escenario arranca con el 40 por ciento de los votos y que Leonel por sí
solo puede resultar siendo la diferencia… ¿O es que ya se olvidó el
factor determinante que constituyó para Hipólito subestimar a Miguel en
las elecciones pasadas?