Alanna Durkin Richer/AP/Tomado de Listin Diario
Primero, el papá de 85 años de Theresa Pirozzi enfermó y lo trasladaron en
ambulancia a un hospital. Días después, su madre estaba tan débil que apenas
podía caminar.
Ahora, en lugar de hacer preparativos para Navidad, Pirozzi aguarda
angustiada lo que le informe el personal del hospital donde sus padres son
atendidos por coronavirus en una unidad de cuidados intensivos.
“No estoy poniendo decoraciones aquí. No está bien en este momento”,
dijo Pirozzi desde la casa de sus padres en Oak Park, California. “Estoy
físicamente enferma de la preocupación”.
La pareja es representativa de la crisis que se profundiza a ritmo
alarmante en California, donde los hospitales están al límite debido al
incesante aumento de contagios en el estado.
Casi 17.000 personas estaban el viernes hospitalizadas por infecciones
confirmadas o posibles de COVID-19, y de acuerdo con un modelo basado en los
últimos datos para proyectar tendencias futuras, el número podría alcanzar en
el estado la inmensa cifra de 75.000 para mediados de enero.
Con los 48.000 casos nuevos de California a la cabeza de las
estadísticas, Estados Unidos sumó a su total en un solo día la cifra récord de
249.709 pacientes más con COVID-19, según el conteo de la Universidad Johns
Hopkins del sábado. La cifra nacional de muertes ha rebasado las 315.000.
Texas, Florida, Nueva York y Tennessee registraron cada uno más de
10.400 nuevos casos. En las últimas dos semanas, el promedio de casos nuevos a
siete días en Estados Unidos se disparó a 219.324 por día en comparación con el
promedio anterior de 183.787, un incremento de casi 20%.
Los contagios iban en ascenso antes del Día de Acción de Gracias y
aumentaron debido a las reuniones por la celebración. Las autoridades de salud
ahora temen que el aumento se agrave durante la Navidad y Año Nuevo.
En muchos lugares, la gente está haciendo caso omiso de las precauciones
sugeridas porque está harta de utilizar mascarilla y guardar el distanciamiento
social, según las autoridades sanitarias.
Aunque las autoridades federales han autorizado el uso de dos vacunas
contra el COVID-19 y ya se han aplicado dosis a miles de personas,
principalmente personal del sector salud, la inoculación generalizada del
público general previsiblemente se efectué hasta después de la primavera.
Varios gobiernos estatales han señalado que el gobierno federal les
indicó que los envíos de las vacunas de Pfizer-BioNtech de la próxima semana
serán menores a la programado inicialmente.
El general del Ejército a cargo de repartir las vacunas contra el COVID-19
en Estados Unidos, Gustave Perna, se disculpó el sábado por la “falta de
comunicación” con los estados sobre el número de dosis que serán entregadas en
las fases iniciales de distribución.
De las más de 272.000 dosis de la vacuna de Pfizer aplicadas hasta el
sábado en la mañana, las autoridades federales de salud dijeron haber advertido
seis casos de reacción alérgica severa. Una de las seis personas tenía un
historial de reacciones adversas a las vacunas, dijeron.