lunes, 12 de abril de 2021

JOSÉ CORNIELL: Más acción y menos aguaje

Por José Corniell L.

En nuestro país las cosas se ponen de moda y nuestras autoridades actúan a la luz de estas. Desde el año pasado, cuando la pandemia del COVID estaba en sus buenas, cientos de personas perdieron la vida a consecuencia de la ingesta de bebidas adulteradas, fabricadas en patios y con un alto grado de metanol.

Desde ese momento, movidas por el clamor de la ciudadabia y el impacto del acontecimiento, las autoridades iniciaron una «batida» en contra de las fábricas clandestinas, con el propósito de desmantelarlas. Una acción que fue aplaudida por todos los dominicanos sensatos. Pero todo quedó ahí.

Pasados unos meses, vuelven a producirse decenas de casos en que dominicanos y dominicanas pierden la vida por el consumo de bebidas adulteradas, y nuevamente nuestras autoridades vuelven a la carga en contra de los fabricantes de la muerte.

Se han desmantelado fábricas y se han apresado a personas relacionadas con estos hechos criminales, que al parecer dejam grandes beneficios a quienes están detrás de él y que, tal vez por eso, se hace tan difícil su combate.

No se entiende como es que habiendo muerto tantas personas por causa de esas bebidas, aún haya abiertas fábricas clandestinas que se dedican a embotellar la muerte.

No se entiende como es que siguen funcionando esas fábricas clandestinas, pese a estar siendo perseguidas por nuestras autoridades, que cuando el tema se pone de moda, muestran gran eficiencia en su detección y desmantelamiento.

No se entiende de dónde sacan los fabricantes de muertes las etiquetas, las botellas y las cajas de reconocidas y no tan reconocidas marcas licoreras, para seguir envenenando a sus incautos e infelices consumidores, muchas veces engañados y, otras no tanto.

Quienes están detrás de esas fábricas de la muerte que funcionan con tanta liberta en nuestro país y que solo son molestadas cuando se producen escándalos como los ya citados?.

Todo eso, lleva a uno a preguntarse, por qué se le hace tan difícil y, casi imposible, a nuestras autoridades luchar en contra de esas embotelladoras de veneno?. Eso tiene que aclararse…