Atrás ha quedado la "burbuja" con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que pudiera tener un increíble 11% a finales de 2021, aunque la inflación duplicó la meta establecida en el presupuesto de la nación, superando el 8%.
Para este año estaremos rondando el 5% en el PIB, con inflación nuevamente inferior a dos dígitos, que ha sido la constante en los últimos años en República Dominicana, aunque seguirá el incremento de la deuda con nuevos empréstitos que se estarán tomando, pues hay una cultura gubernamental en esa dirección.
La pandemia del coronavirus, con sus distintas variantes, se hará endémica, provocando pocas muertes, pero poco a poco el problema sanitario será menos, sobre todo en la medida en que se afiance la vacunación.
La política entrará en una fuerte etapa proselitista interna, tanto a nivel de aspirantes presidenciales como de los que anhelan posiciones congresuales y municipales.
Las promesas estarán chocando con las realidades, pues no se puede hacer lo que no se ha colocado en el presupuesto del 2022, salvo disposiciones especiales con los fondos que maneja la Presidencia de la República.
Se dará continuación a auditorías a la pasada gestión, se continuará con los sometimientos judiciales, el tema estará en el tapete, pero poco a poco irá perdiendo contagio, dado que los pueblos piensan "con sus propias necesidades de subsistencia económica, tanto a nivel de comida como de empleos".
La popularidad del primer mandatario irá mermando paulatinamente, mientras los aspirantes de la oposición y las organizaciones políticas que los representan se estarán posicionando ante el electorado, debido a sus propuestas y las frustraciones de las promesas incumplidas.
Al refirme al inicio de este artículo a los choques externos, me baso sobre todo en la situación geopolítica internacional, las contradicciones económicas entre China y Estados Unidos, y la carrera armamentista que se está levantando en bloques de naciones de esas potencias, lo que pudiera provocar incrementos en el barril de petróleo.
Independientemente de todo lo anterior, tendremos un año en condiciones normales con altibajos. Por más expectativas que se quieran generar, la realidad nos golpeará de frente y tendremos que aprender a conformarnos "con lo que es sencillamente posible".