lunes, 14 de julio de 2025

ENTRE LA RUINA y la reinvención: la Cuba que ya no cree en la Revolución

Un reportaje del periodista chileno Patricio Fernández retrata en la edición dominical de El País una isla devastada por la crisis, donde florece una burguesía de mipymes, crece la desigualdad y se desvanece el mito revolucionario
Elina María CruzElina María Cruz
Santo Domingo - jul. 13, 2025 | Diario Libre
Bomberos intervienen en un derrumbe en La Habana, Cuba, la madrugada del sábado. El hecho provocó la muerte de cuatro personas. (FUENTE EXTERNA)

Mostrar reproductor de audio
La Habana ya no es la misma. Y no porque haya cambiado como resultado de un proceso de renovación o crecimiento, sino porque se ha vaciado de sentido. La Revolución, ese mito fundacional del siglo XX que moldeó generaciones dentro y fuera de la isla, parece hoy solo un eslogan envejecido, repetido en paredes ruinosas y pancartas desvencijadas. "Ya nadie cree en la Revolución", afirma sin ambages un extenso reportaje publicado por el diario El País, titulado "Regreso a una Cuba que no conozco", firmado por el periodista y escritor chileno Patricio Fernández.

En sus páginas, la isla se dibuja como un país en caída libre, donde el desmoronamiento económico convive con la resignación, el miedo y la emergencia de una nueva burguesía nacida de las mipymes privadas.

Tras una breve primavera de deshielo durante la era Obama-Raúl Castro, seguida del entusiasmo cultural y comercial que llenó La Habana de conciertos, desfiles de moda y rodajes de Hollywood, el retroceso ha sido devastador. La llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos revirtió buena parte de las aperturas, endureció el bloqueo y canceló el programa de reunificación familiar, las remesas formales y hasta el funcionamiento de Airbnb en Cuba. A esto se sumaron la pandemia, la escasez crónica de alimentos, los apagones diarios y una gestión estatal que, según El País, ya no concita "afecto ni respeto".

RELACIONADAS
Tres muertos al derrumbarse un edificio en La Habana ViejaTres muertos al derrumbarse un edificio en La Habana Vieja
En este contexto, Diario Libre publicó recientemente una crónica que recoge el testimonio de cubanos enfrentados al desabastecimiento y a una economía dolarizada que los margina. "No hay cómo vivir aquí", decía una mujer mientras intentaba conseguir productos básicos en un mercado donde los precios duplican o triplican los ingresos promedio.

La desesperanza empuja a miles a buscar salida por cualquier vía, ya sea hacia La Habana desde provincias como Oriente o rumbo al exilio. La isla ha perdido cerca del 18 % de su población entre 2022 y 2023, de acuerdo con cifras citadas por el demógrafo Juan Carlos Albizu-Campos.

Recibe en tu bandeja de correos un resumen semanal de las principales noticias de interés para la diáspora dominicana y Estados Unidos.

Cuba en caída libre: importa huevos y pierde exportaciones emblemáticasCuba en caída libre: importa huevos y pierde exportaciones emblemáticas
Pero la imagen que ofrecen ambos reportajes no es únicamente de ruina. También es la de un país fracturado en dos velocidades: mientras la mayoría mendiga o sobrevive con trueques y restos, florece un sector privado que se apropia del vacío estatal. Son los nuevos dueños de restaurantes, cafeterías, tiendas, peluquerías y servicios de transporte.

Ellos configuran una burguesía emergente, una clase que antes no existía con esta visibilidad ni libertad parcial. En palabras del periodista de El País, esta élite de las mipymes "habita un mundo aparte", con acceso a alimentos, tecnología y privilegios vedados para el resto.

Estos empresarios se han convertido en actores clave para la subsistencia económica del país. Aunque limitados por un entorno legal volátil y la amenaza de estatización, su influencia crece. En los hoteles de lujo, los restaurantes con precios internacionales y las casas mejor equipadas, se les ve compartiendo espacios con diplomáticos y turistas. Este fenómeno representa un giro estructural: la Revolución que abolió la propiedad privada hoy sobrevive —paradójicamente— gracias a ella.

Sin embargo, esta transformación no conlleva necesariamente una transición política. El control sigue férreo en los medios, en la calle, en el pensamiento. "No tomes notas en público", le advierte un amigo al periodista de El País, en una escena que resume la persistente vigilancia y autocensura que impregna la vida cotidiana. La Ley de Comunicación Social de 2023 prohibió la propiedad privada de medios, y las noticias más creíbles se transmiten boca a boca o a través de redes internas. "Las noticias son rumores", se lee. Pero los rumores también matan: una frase mal dicha puede costar la libertad.

Recientemente, también, el Gobierno cubano aumentó a precios exorbitantes las tarifas de internet, lo que constituye otro esquema de control a lo que lee y puede compartir la población.

El deterioro urbano es parte visible del drama

La agencia EFE reportó el pasado sábado 12 que cuatro personas murieron, incluida una niña de siete años, en dos colapsos ocurridos con apenas horas de diferencia en los municipios Diez de Octubre y La Habana Vieja.

 Las cifras oficiales reconocen que al menos el 35 % de las viviendas está en mal estado. Los derrumbes son frecuentes. Calles cubiertas de basura, parques convertidos en vertederos y mercados donde los productos escasean son la norma. A esto se suma el colapso energético: los apagones son diarios, de horas, previsibles e inevitables. También EFE reporta cada día la previsión de apagones, que oscila entre 37% y más de 45%.

Menos turistas y menos alimentos

La semana pasada también EFE informó –citando a la prensa oficial- que Cuba recibió un donativo de 125 toneladas de leche en polvo procedente de Barbados que se destinará a niños menores de seis años de la región oriental del país.

La nación le compra huevos a la República Dominicana y arroz a Brasil.

El turismo, una fuente de divisas fundamental, también se ha derrumbado. Entre enero y mayo de 2025 ha recibido 862,343 turistas internacionales, un 27 % menos que en el mismo período del año anterior, de acuerdo a datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei). La previsión de llegadas durante el año es de 2.6 millones, pero incluso las autoridades reconocen que con el acumulado a la fecha, será difícil llegar a la meta.

En medio de esa debacle, queda poco del ideal del "hombre nuevo" forjado por el castrismo. "Allí donde alguna vez se concibió el hombre nuevo, cunde la desesperanza", concluye Fernández. Muchos cubanos optan por irse. Quienes permanecen resisten o negocian con lo que tienen, mientras el Estado pide leche en polvo al Programa Mundial de Alimentos de la ONU para alimentar a los niños.

RELACIONADAS
Cuba recibe apoyo de Programa Mundial de Alimentos para conseguir leche en polvoCuba recibe apoyo de Programa Mundial de Alimentos para conseguir leche en polvo
TEMAS -
CUBA
+
CRISIS EN CUBA
+
REVOLUCIÓN CUBANA
+
Elina María CruzElina María Cruz
Investigadora y autora de estudios sobre periodismo y comunicación en la República Dominicana. Ha sido reportera durante décadas en diarios nacionales. Es editora de Actualidad de Diario Libre.