Sigamos
lavando y tendiendo las ropas dentro de la casa.
Por Hidalgo Rocha Reyes
El Partido
de la Liberación Dominicana ha enseñado a su militancia a saber guardar sus
diferencias y estas debatirlas a los internos de su organización, pero
sobretodo a respectar a sus dirigentes y
compañeros dejando que estos tengan la plena libertad apoyar las aspiraciones
que consideren pertinentes.
Es penoso
ver que muchos entiendan que todos puedan seguir lo mismo liderazgo e
intereses, las misma tendencias, quiérase o no entender o aceptar, que existen
dentro del PLD. Tendencias y grupismos municipales, provinciales y nacionales que están llevando
a esa organización a un nuevo PLD, muy parecido al Partido Revolucionario
Dominicano.
Grupos estos,
que han sabido manejar sus diferencias si llegar a la ofensa ni al maltrato,
pero mucho menos a las desconsideraciones de miembros y dirigentes que no
comulguen con sus propósitos u objetivo partidario, grupos han convivido de
manera armoniosa, no obstante los intereses de vida que muchos ven en ellos.
El PLD no es
de nadie, decía recientemente uno de sus fundadores, porque es de todos y como
tal debemos de cuidarlo. Ayer cuando los vientos estaban a nuestro favor y el
servilismos lo ejercíamos como otro hoy otro lo puedan estar ejerciendo, todo
estaba bien porque es nuestro derecho ejercer la democracia de trabajar, motivar,
elegir y ser elegido.
Flaquean
algunos grupos, dirigentes y trabajadores políticos cuando creen que con la
confrontación y la discordia ayudan a los liderazgos existen. Es un pendejo
favor que le hacen a dirigente que se han ganado el corazón de la gente
unificando criterio. El PLD que recibimos no puede mancillarse con la discordia
por temor al nuevo liderazgo, a la emergente generación que pide, busca y
trabaja para ganarse espacios que les corresponden.
Aun lo existente es necesario que respectemos a la militancia de nuestro partido, a nuestros dirigentes, no importa que hoy estén siendo favorecidos por cosas que ayer otros tenían y se sentían dioses, para todos sale el Sol, dice mi santa madre. El PLD es de todos y todos debemos de cuidarlo. Sigamos lavando y tendiendo las ropas dentro de la casa.